* La proliferación de armas en nuestro estado debe atenderse de manera urgente para disminuir la violencia, pide
 
* Consideró que es fundamental reducir la impunidad porque “si un hecho violento queda impune, abona a la sensación de que al asesinar a una persona no pasa nada”, señala el jefe de la iglesia católica en el estado

ANA LILIA TORRES

ACAPULCO.— El arzobispo de Acapulco, monseñor Leopoldo González González, consideró como grave el problema del tráfico de armas en diversas regiones de Guerrero y sostuvo que debe atenderse urgentemente por parte de las autoridades gubernamentales para lograr una disminución de la violencia.
En su acostumbrada conferencia de prensa dominical, el jefe de la iglesia católica en el estado se refirió a la situación de violencia en muchas regiones y ciudades del estado, que sigue provocando más familias desplazadas, alertó que la proliferación de armas es el detonante de esa violencia en nuestro estado y urgió a que se atienda ese grave problema .
Dijo que a él le impresiona la enorme cantidad de armas hay en casi todas las regiones del estado e insistió en que es un problema que se debe resolver “para poder dar condiciones de confianza” a los habitantes  del estado.
También, dijo, deben emprenderse campañas de despistolización  “para evitar que la gente se arme con la intención de defenderse de manera personal”.
En cuanto a los recientes actos delictivos registrados en Acapulco, consideró que es necesario que las autoridades responsables de garantizar la seguridad de los ciudadanos redoblen esfuerzos para lograr mayor eficacia en la investigación de los actos delictivos, aplicar  la justicia y acabar con la impunidad, para evitar más hechos de violencia en Guerrero.
Aseguró que pese a que en Acapulco persiste la percepción de inseguridad por los recientes acontecimientos violentos, es evidente que hay ahora una mayor presencia de las fuerzas de seguridad en las calles y colonias de Acapulco.
Lamentó los recientes homicidios ocurridos en este puerto, como el de un taxista en la calle Artículo 27 de la colonia Progreso, a manos de dos jóvenes, uno del cuales fue posteriormente abatido por militares.
“Es evidente la mayor presencia de policías y de las fuerzas armadas en calles y colonias, esto sin duda ha inhibido la comisión de crímenes y delitos en esas zonas, en donde una mayor coordinación puede ampliar los tiempos de protección en esos espacios”, señaló.
Sin embargo, se siguen presentando crímenes y delitos, de tal forma que persiste la sensación de inseguridad y el miedo de que en cualquier parte puede presentarse un hecho violento.
Ante ello, planteó la necesidad de seguir fomentando en la familia y en las escuelas, valores y principios que alejen a los niños y los jóvenes de las actitudes violentas, además de que las autoridades policíacas se esfuercen más para acabar con la impunidad y ser más eficaces en la prevención de la violencia.
Consideró que es fundamental reducir la impunidad “para que no queden tantos crímenes sin ser conocidos, juzgados y sentenciados, se trate de quien se trate… el asesinato de una persona es un homicidio que debe ser investigado, esclarecido y sancionado”.
Si un hecho violento queda impune, abona a la sensación de que al asesinar a una persona no pasa nada, por lo que se requiere un mejor trabajo de investigación para que jueces puedan impartir justicia y evitar nuevos ataques contra la sociedad, indicó.
Finalmente, lamentó la crueldad con la que se cometen los feminicidios y dijo que a estos casos se les relaciona con una cultura machista, por lo que llamó a erradicar este tipo de acciones, inculcando buenos valores desde el hogar, las escuelas y las iglesias.