Un Guerrero amoroso

Jesús Lépez

Lo dijo el presidente electo Andrés Manuel López Obrador en reunión a puerta cerrada en el Centro de Convenciones de Acapulco:
“Como delegado único del gobierno federal Amílcar tiene la indicación de ser muy respetuoso del gobernador, quien manda por voluntad del pueblo de Guerrero en este estado es el gobernador”.
No se trata, dijo, de dar un poder paralelo, un poder dual. Definió que el poder en sí es humildad.
“El poder sólo tiene sentido si se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Esa es la esencia, lo demás es fantochería, es prepotencia, es parafernalia. Todo eso va a quedar atrás”, prometió.
Y ratificó que Amílcar “va a estar de delegado único, coordinador, pero el gobernador nos va a ayudar en la coordinación de todo el programa para que salgamos adelante”, y remató: “Ya pasó la campaña”.
Al salir de la reunión, frente a los medios de comunicación y acompañado por Héctor Astudillo y la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, y una decena de legisladores y funcionarios, reiteró que trabajará en unidad con los gobiernos estatal y municipal, recordó que los guerrerenses lo han apoyado en todas sus campañas políticas y que “amor con amor se paga”, y anunció una inversión de 18 mil millones de pesos para el estado.
El esperanzador mensaje luego de la reunión sobre el tema de seguridad, del que no hubo mayores detalles, lo hizo en un Acapulco que durante tres años fue rehén de las rencillas de un alcalde pendenciero y que hoy enfrenta serios problemas legales precisamente en la Secretaría de Seguridad Pública.
Un ex presidente municipal que a lo largo de su trienio utilizó la reyerta y la victimización mediática como cortina de humo para esconder serias irregularidades como las que se conocieron luego de un operativo de la Marina, la Fiscalía General del Estado y la Policía Estatal.
Muestra de lo serio del problema que enfrenta Evodio Velázquez Aguirre, es que el Ministerio Público en un procedimiento jurídico supervisado en todo momento por el fiscal Jorge Zuriel De los Santos Barrilla, logró que se dictara auto de formal prisión a dos mandos policiacos por el homicidio de una pareja.
Y digo muestra, porque a los mandos se les relaciona con un grupo de la delincuencia organizada, pero además el ex alcalde debe justificar el faltante de más de 300 armas y el haber mantenido a mandos y policías reprobados en las funciones de seguridad, lo cual ya es investigado por la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional.
La reunión de López Obrador con el gobernador y la alcaldesa, en la que estuvo también el presidente del Congreso y próximo delegado federal único, Pablo Amílcar Sandoval, debe inspirar tranquilidad a los acapulqueños luego de tres años de ver pleitos en los medios de comunicación al mismo tiempo que basura, baches e inseguridad en las calles oscuras del puerto.
Ojalá Guerrero y Acapulco realmente sean de aquí en adelante el estado y el municipio amorosos en los que se refleje la buena relación y coordinación de los tres niveles de gobierno como todos esperamos que sea.
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