* El vocero Benito Cuenca afirmó que monseñor Salvador Rangel “no realiza, ni ha realizado ningún tipo de pacto, tratos, ni negociaciones con personaje alguno” para lograr la paz en Guerrero
Jesús Saavedra/Rosario García
El vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo, aseguró que el obispo Salvador Rangel Mendoza sólo ha tenido “acercamientos” con dirigentes de grupos del crimen organizado en Guerrero, pero no ha buscado “pactos” con ellos, porque solo busca ser intermediario para tener un ambiente de paz, tranquilidad y seguridad en el estado.
Una semana después que el mismo Rangel Mendoza dio a conocer que se reunió con el jefe de un grupo criminal con quien acordó que ya no asesinarían a más candidatos a cargos de elección, si éstos no compran votos y cumplen sus promesas, este domingo el vocero de la Diócesis le enmendó la plana a su superior, quien ha sido blanco de severas críticas por esas declaraciones.
En conferencia de prensa en la curia diocesana capitalina, Cuenca Mayo fijó su postura en torno a las declaraciones del obispo: “creemos que la situación de violencia inseguridad que ha prevalecido en los últimos años en nuestro país puede transformarse con la contribución de distintas voluntades: asociaciones civiles, organismos no gubernamentales, personas de buena voluntad, gobierno y sociedad; nosotros como iglesia también podemos colaborar, principalmente en la prevención de la violencia e inseguridad y el acompañamiento a las víctimas en el diálogo y en la animación de una sociedad civil responsable”.
El sacerdote recordó que desde la toma de posesión del obispo en agosto del 2015, “nos convocó a ser artífices de la paz, a poner nuestro granito de arena para construir una sociedad mejor y la construcción de la paz con misericordia, como eje transversal en nuestro Plan Diocesano pastoral”.
Cuenca Mayo señaló que eso “ha llevado a nuestro obispo a tener un acercamiento con todas aquellas personas que provocan la violencia para que por medio de la fe se les escuche y oriente a fin de construir la paz en nuestra diócesis, no se han buscado otros intereses más que contribuir en la construcción de la paz en los pueblos que integran nuestra iglesia”.
Enfático aseguró que Rangel Mendoza “no realiza, ni ha realizado ningún tipo de pacto, tratos, ni negociaciones con personaje alguno, ni civil, ni político, a fin de buscar la paz, sino solamente acercamientos por medio del diálogo en bien de las personas como pastor propio de esta Diócesis”.
Precisó que “dichos acercamientos han sido de escucha y acompañamiento para dialogar con ellos y buscar poner una semilla de buena voluntad en la conciencia de estas personas, para construir la paz con misericordia en la entidad tan lacerada por la violencia que vivimos a diario”.
Agregó que esa diócesis hace como suyo “el reclamo de la sociedad en que vivimos para tener un ambiente de paz, tranquilidad y seguridad, pedimos a las autoridades de los tres niveles de gobierno usar todos los mecanismos a su disposición para que esto sea una realidad en Guerrero, se ha dicho que la ley no se negocia pero nuestros pueblos y comunidades necesitan soluciones prácticas para reestablecer el estado de derecho, la convivencia pacífica y civilizada en nuestro estado”.
Luego aseguró que esa postura pública no significa que el obispo se haya retractado, “en ningún momento se está retractando, está palpando el nivel de violencia en Guerrero, el obispo es claro que no promueve pactos”.
Dijo que no sabe si el obispo haya asistido a una reunión con el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, y que probablemente este lunes haya un encuentro con el Consejo del Episcopado Mexicano (CEM) entre jerarcas católicos y autoridades federales, en el que estaría Rangel Mendoza.
También descartó que por esa postura pública el obispo haya recibido alguna amenaza de los grupos criminales; “hasta donde sé no ha recibido ninguna amenaza, se mueve con toda libertad en todo el estado”, y descartó que haya una petición expresa de que lo quiten del cargo al obispo por parte de las autoridades, porque “no está en sus manos decidirlo”.
Cuenca Mayo dijo que en el encuentro con las autoridades “esperamos que el resultado sea que se unan los esfuerzos necesarios para atender el problema de la violencia y si la iglesia puede aportar para pacificar al país y al estado se haga”.
Afirmó además que Rangel Mendoza continuará su acercamiento con esos grupos del crimen organizado, porque afirmó “no está haciendo nada mal; va en su calidad de obispo, de pastor porque les preocupan las ovejas, siente una necesidad mayor de acercarse a las ovejas más alejadas y dialogar con el lobo para escuchar y atender sus reclamos, sus motivos de porqué está haciendo eso”.
Aunque se le dijo que después del acercamiento del obispo con el jefe de un grupo criminal sigue habiendo homicidios, el vocero de la Diócesis dijo que “no está en el papel del obispo de evitarlos, va en papel de pedirles que no lo hagan, pero no les va a quitar las armas, no los va a convencer, solo los exhorta a que no lo hagan, es un buen reclamo de familiares de víctimas”.
Finalmente se refirió a los asesinatos de dos sacerdotes ocurridos en Taxco hace dos meses y señaló que “no se ha recibido ningún avance en la investigación y lo ratificamos, por eso hacemos un llamado a la Fiscalía General del Estado (FGE) para que agilice las investigaciones a fin que se esclarezcan esos hechos lamentables”.