*Colectiva Camina Violeta lamentó que esos feminicidios sean sólo números para las autoridades, y destacó que en cada crimen hay “saña” y “odio a lo femenino”
Carlos Navarrete
Del 1 de enero al viernes 23 de febrero de este año han sido asesinadas en Guerrero 46 mujeres, informó el grupo feminista Colectiva Camina Violeta, que criticó los pocos avances en las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) en esos casos, porque no se ha registrado las detenciones de los responsables.
A través de un comunicado, la organización condenó el actual contexto de violencia que enfrentan las mujeres guerrerenses y “que es la máxima expresión de violencia” que pueden padecer, aunado a la opresión económica, social, cultural, jurídica, política y sexual.
“Los feminicidios últimamente se representan en cifras que se comparan con otros años, meses o gobiernos, la realidad es que, desde la Conciencia Feminista, no solo se contempla el número, no solo se exhibe la cantidad, en estas cifras van los trazos de las familias que hoy lloran a la hermana, a la madre, a la abuela, a la tía, a la hija, ¡como duele imaginar esto!, ¡caray!”.
La organización manifestó que si bien los asesinatos de mujeres se dan en diferentes circunstancias, existe “una misma saña, el odio a las mujeres, el odio a lo femenino, a lo que se considera inferior, a lo que se considera desechable”.
Criticó la actuación de las autoridades investigadoras porque, a criterio de las feministas, poco han hecho para detener a los culpables de éstos crímenes, y afirmó que esa situación ha impactado de manera directa en la forma de vida de las mujeres, quienes incluso son responsabilizadas de lo que les ocurre cuando sufren alguna agresión.
“Algunos feminicidios llegan a carpeta de investigación, otros no; ¿y los feminicidas? Ellos: ¡Libres, en proceso de liberación, o jamás buscados! No podemos andar así por la vida (esta vida no asegurada) repartiendo culpas y omitiendo responsabilidades. Imaginemos el día anterior del feminicidio, una vida quizá con un ambiente de violencia, una vida precarizada o tensa, una vida que se vive a cuenta gotas e imaginemos el día posterior al feminicidio: el olvido, la apatía, la culpabilización de la víctima, el discurso político ventajoso y falaz”.
Colectiva Camina Violeta expresó que las 46 mujeres asesinadas en lo que va del año no son sólo una cifra, sino “un grito de protesta, un llanto ahogado, es no ser libres porque existe el miedo. Quizá mientras se escribe esto: hay un potencial feminicida empuñando un arma, sabiéndose dueño del cuerpo de las mujeres y niñas. Porque si hay algo más difícil en Guerrero que ser mujer, es ser niña”.