* Destaca titular de Salud, Carlos de la Peña, importancia del convenio signado para verificar, detectar y prevenir su uso en destinos turísticos de Guerrero

 

Gilberto Guzmán

 

El secretario de Salud en Guerrero, Carlos de la Peña Pintos, destacó la importancia del convenio firmado el día jueves entre autoridades estatales y federales para evitar la compra y venta de bebidas adulteradas, cuyo consumo puede afectar el sistema nervioso central y causar ceguera temporal o permanente.

El 3 de agosto, el gobernador Héctor Astudillo, el procurador Federal del Consumidor, Rafael Ochoa, y el comisionado de Cofepris, Jorge Romero, firmaron un convenio para verificar, detectar y prevenir el uso de bebidas adulteradas en destinos turísticos de Guerrero.

Al respecto, el titular de Salud explicó que la venta y consumo de bebidas alcohólicas es un problema nacional y el gobernador de manera preventiva encabeza y convoca a todos los interesados e involucrados a tomar las medidas necesarias para proteger no solo al turista, sino a los guerrerenses.

Añadió que el objetivo del convenio es evitar la venta y la compra de “bebidas adulteradas que definitivamente pueden afectar la salud de los jóvenes, que no deberían de tomar los menores de 18 años, y proteger a la población en general”.

Se le preguntó si hay registros del número de afectados por el consumo de bebidas adulteradas.

“No existen a nivel nacional estadísticas, (pero) se ha detectado que de cada 100 bebidas hasta un 40 por ciento pueden estar adulteradas; es un problema a nivel nacional que requiere coordinación institucional entre los gobiernos, el Sector Salud, la Cofepris estatal, la Profeco, los Ayuntamientos y sobre todo la conciencia debe de estar en los que se dedican a esta importante actividad económica, la venta de alimentos y de bebidas”.

Subrayó que todos los sectores deben cooperar e, porque los accidentes, condicionados o asociados a la ingesta de alcohol, representan una estadística muy grave en ciudades como Chilpancingo, que ocupa el primer lugar a nivel estatal, seguido de Acapulco, Iguala e Ixtapa-Zihuatanejo.

Detalló que quien se dedica a comercializar bebidas alcohólicas, debe comprar bebidas certificadas, con sus sellos, lote y en la verificación no solamente ver las características de la botella, sino destruirla una vez que se vacíe, para que no sea rellenada.

“Pero también se verificará en dónde están comprando esta bebida, para que se vea si el origen es legal; todos estos aspectos tienen que irse viendo de una manera muy positiva para proteger a la población”, afirmó.

Explicó que la ingesta de bebidas adulteradas puede provocar problemas neurológicos, el principal afectado es el sistema nervioso central y cuando se utiliza metanol en la adulteración puede llegar a afectar la vista, incluso causar ceguera, que en el mejor de los casos puede ser transitoria, pero muchas veces provoca ceguera permanente por la lesión al nervio óptico.