Alejandro Mendoza
El dilema para el Partido de la Revolución Democrática no es nada sencillo rumbo a las elecciones del 2018. Por un lado, la corriente denominada Los Chuchos y aliados, impulsan el Frente Amplio Democrático (FAD) a través del cual se mete sutilmente la idea de una posible coalición con el PAN.
Por el otro lado, Izquierda Democrática Nacional (IDN) y Militantes de Izquierda (M.iZ) y aliados, proponen un Frente o Polo de Izquierda para impulsar una candidatura presidencial, a través de una gran coalición de fuerzas de izquierda. Además, manifiestan su rechazo a una posible coalición con el PAN.
Estas dos posiciones están polarizando la vida interna del PRD de cara a la renovación de la dirigencia nacional, las dirigencias estatales y municipales. Pero en esencia lo que está en juego ya, son las posibles candidaturas que se puedan dar aparte de la Presidencia de la República, como son las senadurías, diputaciones federales, diputaciones locales, presidencias municipales, sindicaturas y regidurías.
El escenario más rechazado no sólo por la gran militancia perredista, sino también por líderes y dirigentes, es que el llamado Frente Amplio Democrático (FAD) propuesto por Los Chuchos, entregue la candidatura a la Presidencia de la República a un candidato del PAN como resultado de una negociación cupular.
Bajo el argumento de que el PRI salga de Los Pinos, el FAD propone un candidato a la Presidencia con perfil ciudadano y no reducir una alianza a partidos tradicionales. Además, destaca que primero el programa y luego el candidato, pero que no se trate de un candidato testimonial.
La confusión de esta propuesta radica en que una semana antes de que el PRD diera a conocer el FAD de manera muy improvisada y acelerada contra la oposición de quienes sostienen una violación a la legalidad interna por el proceso en que se realizó, el PAN dio a conocer su propuesta de un Frente Amplio Opositor al PRI.
La dirigencia nacional del PRD y los mismos Chuchos han tratado de aclarar que no sólo se trata de una coalición con el PAN, sino una invitación abierta a todos los partidos políticos, incluido Morena, menos el PRI.
Pero la realidad es que la conferencia de prensa dada de manera conjunta en plena campaña electoral en el Estado de México por el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, y la dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, donde anunciaron que irían juntos al 2018, confirma las sospechas de un posible acuerdo cupular para la conformación del frente que ahora defienden los dos partidos políticos.
Por tal razón IDN y M.iZ han sido claros en su postura de rechazar la coalición entre el PRD y el PAN a la Presidencia de la República. Insisten en la posibilidad de la conformación de una gran coalición con todas las fuerzas de izquierda en el país, con el aspirante mejor posicionado y, en este caso, sería Andrés Manuel López Obrador.
Pero los que impulsan el FAD argumentan que el constante rechazo de AMLO a una coalición con el PRD, es motivo suficiente para considerar, de ser necesario, la coalición con el PAN con tal de sacar al PRI de Los Pinos. Aunque en este contexto hay quienes sostienen que también grupos del PRI jugarían con el FAD como parte de un acuerdo cupular con tal de que no gane AMLO la Presidencia de la República.
Un escenario más soportable y tolerable para gran parte de la militancia y dirigencias del PRD es que el FAD lleve como candidato a la Presidencia a un candidato perredista o ciudadano, porque de ser un candidato o candidata panista, definitivamente, no se ven haciendo campaña para el PAN y mejor apoyarían a AMLO desde el PRD. Mientras tanto, el tiempo corre y las definiciones comienzan.
Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz