* La ciudad “está bañada en sangre”, asegura José Díaz, vocero de Siempre Vivos, al cumplirse dos años de la incursión de hombres armados durante la cual desaparecieron 30 personas
* Esos números la ubican como la ciudad más violenta de América Latina, asegura el activista, quien dijo que comunitarios por la Paz y la Justicia son el brazo armado de ‘Los Ardillos’ y responsables de la violencia que hoy se vive en ese municipio
ALONDRA GARCÍA
Con 122 personas ejecutadas en los primeros 127 días de este año, Chilapa se perfila como la ciudad más violenta de Latinoamérica, aseguraron familias de personas desaparecidas en esa ciudad al cumplirse ayer dos años de la irrupción de 300 civiles armados en Chilapa.
El 9 de mayo de 2015, durante el gobierno de Rogelio Ortega Martínez, un grupo de 300 hombres armados encabezados por comisarios de comunidades rurales irrumpieron en esa ciudad y durante 5 días patrullaron calles e instalaron retenes ante la complacencia de las autoridades municipales, estatales y federales.
Este hecho dejó un saldo de por lo menos 30 desaparecidos, aunque oficialmente sólo se presentaron 16 denuncias formales ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Para recordar ese suceso, los familiares de los desaparecidos ofrecieron una conferencia de prensa en Chilpancingo para denunciar que a la fecha no se ha logrado la localización de ninguna víctima debido a la falta de investigación por parte de las autoridades.
“Chilapa está bañada de sangre”, afirmó José Díaz Navarro, líder de Siempre Vivos, un colectivo dedicado a la búsqueda de personas desaparecidos por la delincuencia organizada.
De acuerdo con el activista, en los primeros cuatro meses de este año Chilapa se convirtió en la ciudad más violenta de Latinoamérica, con una tasa de 225 homicidios por cada 100 mil habitantes. Estas cifras la ubican por encima de Acapulco y Caracas.
Hasta el año pasado, la ciudad venezolana de Caracas era la más violenta de Latinoamérica, con una tasa de 160 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El segundo lugar lo ocupaba Acapulco, con una tasa de 120 homicidios por cada 100 mil habitantes.
“Estos datos no dejan duda de que estamos sufriendo los embates de la violencia, pero también de que estamos sufriendo la ineptitud, la corrupción, complicidad de los tres órdenes y niveles de gobierno. El llamado es que atiendan ya este problema”, reprochó.
Díaz Navarro acusó a las autoridades de ser omisas y complacientes ante la operación de grupos criminales que asesinan y secuestran a la población, como ocurre con los Comunitarios por la Paz y la Justicia, a quienes acusó de ser el brazo armado del grupo delictivo ‘Los Ardillos’.
“Ellos son los que han desaparecido a muchos de nuestros compañeros por los que hoy estamos luchando, pero también son los que están ahorita teniendo esta ola de violencia en el corredor de la muerte, que es Chilapa, Tixtla y Chilpancingo”, afirmó.
El activista comentó que los integrantes del colectivo Siempre Vivos no podían salir de Chilapa la mañana de ayer para presentarse a la conferencia de prensa en Chilpancingo, porque el transporte público ya no quiere prestar servicios hacia Tixtla y Chilpancingo por temor a ser secuestrados o asesinados en el trayecto.
El simple hecho de pertenecer al colectivo Siempre Vivos, dijo, representa un riesgo debido a las amenazas que reciben frecuentemente de parte de los grupos criminales.
En ese sentido, la esposa de un desaparecido lamentó que el gobierno federal no haya cumplido con su compromiso de encontrar a sus familiares y se quejó de la falta de resultados de la Policía Federal, a pesar del gran despliegue de elementos.
“De qué sirve que haya federales si diariamente hay muertos y no hacen nada por detener a los delincuentes”, cuestionó.
Asimismo, criticó que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) solo llegué al municipio a reunirse con los familiares de las víctimas pero no les resuelve nada.
“Ya van dos años que se llevaron a mi hijo y el gobierno no hace nada. Hay varios desaparecidos que dejaron hijos, y esos niños no tienen para salir adelante”, expresó entre sollozos la madre de otro joven desaparecido.
Denunció que los representantes de la CEAV sólo van al municipio a prometer, pero no cumplen “ni las investigaciones, ni la búsqueda y solo piden papeles y papeles y no hay respuestas”.