* El Acapulco han cerrado en 5 años unos 2 mil 800 negocios diversos debido a las extorsiones y cobro de piso, asegura Alejandro Martínez, presidente de esa organización
ANA LILIA TORRES
ACAPULCO.— En los últimos cinco años, 2 mil 800 negocios de diferentes giros comerciales, han cerrado en Acapulco, como consecuencia del aumento de extorsiones y cobro de piso, denunció el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio del estado de Guerrero (Fecanaco), Alejandro Martínez Sidney.
El caso más reciente es el de la taquería “La Esquina Tarasca”, que estaba ubicada en la colonia Progreso y anunció su cierre en una manta colocada afuera del establecimiento en la que informó que el motivo fue la extorsión.
Al respecto, el presidente de la Fecanaco denunció que hay falta de sensibilidad de los diputados del Congreso local ante la problemática que viven los empresarios, quienes les han pedido modificar las leyes para endurecer las penas contra el delito de extorsión en Guerrero.
“Nosotros hemos venido desde hace tiempo denunciando y exigiendo a las autoridades que actúen y paren esta ola de extorsión que creció significativamente en los últimos cinco años y ha ocasionado en este tiempo el cierre de 2 mil 800 negocios en Acapulco”, señaló Martínez Sidney.
Este problema se presenta en todas las zonas comerciales de la ciudad y principalmente en aquellas catalogadas como las de mayor violencia, como Renacimiento, Zapata, Coloso, Progreso y todas las colonias de la periferia, explicó.
El dirigente empresarial se quejó de que los reclamos que ha hecho la clase empresarial ante el Congreso, para que se tipifique como grave el delito de extorsión y sea equiparable al secuestro, han sido en vano.
“Es responsabilidad del Congreso atender la problemática de los empresarios que cada día viven en carne propia el aumento de las extorsiones, porque ya para la delincuencia no hay barreras y exigen cuotas incluso a los profesionistas directamente; es un flagelo que lastima a toda la clase empresarial”, lamentó.
Martínez Sidney dijo que mientras no se legisle al respecto, seguirá dándose la llamada “puerta giratoria”, porque así como entran a prisión los delincuentes, salen casi de inmediato por tratarse de un delito que alcanza libertad bajo fianza.
“El que se haga una denuncia cuando un delincuente llega a extorsionar un negocio, te hace vulnerable a sufrir un daño aún mayor”, recriminó el dirigente de comerciantes organizados.
“Por eso los empresarios no denunciamos, porque los delincuentes salen libres y eso representa que estamos expuestos en nuestra integridad física, por lo que muchos que son víctimas de extorsión prefieren mejor cerrar sus negocios”, dijo.
El presidente de la Fecanaco señaló que este organismo ha propuesto que se haga también una reforma constitucional en México y que el delito de extorsión sea equiparable al secuestro, porque causa también un daño moral y patrimonial, como lo que produce la privación de la libertad.
Insistió finalmente en que hay insensibilidad y apatía por parte de los diputados ante la problemática de inseguridad que sufre el sector empresarial en Acapulco, porque sus reclamos hasta ahora no han tenido eco.