ACAPULCO.— Trabajadores formalizados de la Secretaría de Salud, adscritos al Hospital general de Ciudad Renacimiento en Acapulco, reconocieron la labor que realiza la dirigente sindical de la Sección 36 del SNTSA, Beatriz Vélez Núñez, quien gestionó la formalización de trabajadores eventuales, gracias a lo cual muchos pudieron regresar a sus lugares de origen, después de estar hasta 15 años lejos de sus hogares.
En conferencia de prensa, los trabajadores presentaron sus testimonios de cómo les ha cambiado la vida, gracias a las gestiones de Beatriz Vélez.
Alberta Guzmán Díaz, señaló que es médico con 17 años de antigüedad, que estuvo en Coxcatlán, municipio de Ayutla de los Libres, donde tenía que caminar hasta 4 horas para llegar a su centro de trabajo en una zona donde no había luz.
“Hace mucho tiempo estaba pidiendo mi cambio, pero yo veía con tristeza que administraciones iba y venían y nunca había un resultado. Agradezco infinitamente a la licenciada Bety y a su equipo, el que nos haya hecho un acto de justicia, de verdad estoy muy agradecida porque no nos pidió absolutamente nada, ninguna dádiva, solamente hizo un acto de justicia la verdad”, expresó.
La enfermera Irma Reyes del Moral dijo que tiene 18 años de antigüedad, pero antes de que la cambiaran a Acapulco, estuvo en municipios de Tierra Caliente como Arcelia y Tlalchapa, lo más cerca que estuvo de Acapulco fue en Coyuca de Benítez y ahora que se abrió la oportunidad con la formalización de cientos de trabajadores, pudo llegar al hospital de Acapulco, el municipio de donde es originaria.
“Yo viajaba cada quincena, ahí se iba un buen de dinero porque ustedes saben que el pasaje de tierra caliente a Acapulco esta carísimo; sin embargo, gracias a dios, a la licenciada y a su comité, ya estamos en su humilde casa”, agregó.
La médico Anel González Moreno agradeció que en la reciente etapa de formalización haya resultado formalizada, gracias a las gestiones de la Sección 36 del SNTSA, que encabeza la diputada federal Beatriz Vélez Núñez.
Agregaron que los trabajadores que han manifestado inconformidades por los cambios de adscripción, supieron desde un principio que en cuanto resultaran beneficiados con ese proceso, iban a estar sujetos a cambios de zonas de trabajo, para darle prioridad a quienes son de base desde hace mucho tiempo y que no habían podido regresar a sus lugares de origen.