* El tema es muy delicado y es atendido por los gobiernos estatal y federal, aseguró el dirigente estatal del tricolor Heriberto Huicochea

 

Jesús Saavedra

 

Con beneplácito recibió el Partido Revolucionario Institucional la decisión del obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, de ya no hablar del tema de la narcoviolencia y de la promoción de un diálogo con los grupos criminales del estado para evitar que siga habiendo asesinatos.

Para el dirigente del tricolor en la entidad Heriberto Huicochea Vázquez, lo mejor que pudo haber hecho el jerarca católico fue tomar esa decisión, “el obispo ya dio una respuesta contundente que no va a hablar de estos temas, creo que hace bien, siempre el posicionamiento del tema es muy delicado por el esquema que coloca en perspectiva del gobierno muy compleja”.

El dirigente priista dijo que los actores políticos “hay que quedarnos con esa parte de que ya no va a estar interviniendo en este tipo de situaciones, el tema de la violencia es el problema número uno del gobierno de Guerrero y jamás debe haber silencio al respecto, jamás, lo peor que podemos hacer es ocultarla, se están haciendo todo tipo de trabajos”.

Huicochea Vázquez dijo que el esquema de diálogo y pactos con los grupos de la delincuencia organizada del que habló el obispo “es muy delicado, porque incluso puede caer en un esquema de complicidades, todo lo que sea para abonar a bajar la delincuencia es bienvenido, pero dentro de la ley, no nos podemos suscribir fuera de eso porque vamos a tener problemas”.

Advirtió que si seguía en esa ruta el obispo se corre el riesgo “de politizar el tema, no hay que partidizarlo, y reiteró que “ante la violencia no hay temor, debemos combatirla, trabajar en los mecanismos dentro de la ley, le corresponde a las instancias federales y estatales atender el tema, lo están haciendo”.

Subrayó que la violencia es “un problema enorme y cuya solución está en manos de nuestras familias, de los ciudadanos, no está en otro tipo de circunstancias; hay que generar empleo, porque ese es el origen del problema, es fundamental que la familia trabaje para evitar este problema que también es provocado por la falta de recursos, de empleos”.

Agregó que la violencia se haya focalizada en la entidad, “no es casual que Guerrero por sus condiciones económicas, sociales y geográficas se den las condiciones para que se sigan desarrollando; respeto los posicionamiento de los partidos, del obispo, pero con una charla no se puede resolver el problema que se dejó de atender durante muchísimos años en Guerrero”, finalizó.