Por Felipe Victoria Zepeda

 

 “Tata Lázaro” el patriota

 

Quienes disfrutan el “fin de semana extendido” poco se acuerdan de los personajes históricos en este país bullanguero e ignorante de sus raíces y nuestro pasado para explicarnos el presente y calcular el futuro.

 

Quiero recordarles al verdadero patriota, Lázaro Cárdenas del Río, padre del ahora famoso político fundador del PRD en desmoronamiento.

 

Fue político mexicano, presidente de la República (1934-1940), nacido el 21 de mayo de 1895 en Jiquilpan de Juárez, Michoacán. Hijo de Dámaso Cárdenas y de Felicitas del Río, que acudió a la escuela hasta los 11 años y a los 16 trabajó de tipógrafo y después en una oficina de Hacienda. En el año 1914, a los 19 años, se sumó a la Revolución Mexicana, alcanzando el grado de teniente coronel en 1915, vaya un rápido ascenso por méritos.

Tras la Convención de Aguascalientes, se convirtió al constitucionalismo de Venustiano Carranza, relacionándose con el grupo de Sonora encabezado por Plutarco Elías Calles.

Fue general de brigada del Ejército constitucionalista en 1925 a los treinta años. Electo gobernador de Michoacán, desde 1928 hasta 1932. Elegido presidente del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1930, secretario de Gobernación en 1931 y secretario de Guerra y Marina en 1933.

 

Solo alguien con singular calidad personal pudo tener esa trayectoria meteórica hasta convertirse en presidente de México en 1934, a los 39 años de edad.

Puso en marcha un plan de reforma económica y social instaurando el llamado “plan sexenal” implementando grandes cambios y reformas;  el terreno de propiedad privada fue distribuido entre los campesinos y, con el apoyo de la Confederación de Trabajadores de México, muchas industrias se convirtieron en cooperativas. En abril de 1938 reorganizó el PNR dotándolo de cuatro secciones: obrera, campesina, popular y militar. Ese mismo año nacionalizó las propiedades de las compañías petroleras extranjeras.

 

Secularizó la enseñanza. Apoyó a la República española durante la Guerra Civil (1936-1939) y concedió asilo a miles de refugiados españoles, a los que otorgó la nacionalidad mexicana y también a Trotsky, que escapaba del stalinismo en la URSS. En 1942, durante la II Guerra Mundial y bajo la presidencia de Manuel Ávila Camacho, fue comandante de todas las fuerzas mexicanas de la costa del Pacífico, y secretario de Guerra y Marina desde 1942 hasta 1945.

Casado con Amalia Solórzano, fue padre de Alicia, Palmira y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el que sigue en trotes políticos a sus ya 83 años.

El venerado “Tata” Lázaro Cárdenas falleció de cáncer en México, D. F., el 19 de octubre de 1970 sin soltar la calidad de Guía Moral del priísmo nacional y sus restos descansan en el Monumento a la Revolución en el ex DF, pero lo  que es su espíritu debe estar muy inquieto por ver desde la otra dimensión como destruyen sus logros con ocurrencias faraónicas y saquean impunemente el país, desbaratando a PEMEX.

 

Reitero que fue presidente de México del 1 de diciembre de 1934 al 30 de noviembre de 1940, su predecesor fue Abelardo L. Rodríguez y el  sucesor Manuel Ávila Camacho, el último militar que ocupó la Presidencia.

 

El pensamiento político político-social de Lázaro Cárdenas del Río se resume en diez puntos:

 

“I.- La miseria, la ignorancia, las enfermedades y los vicios esclavizan a los pueblos.

II.- A cada quien en relación a su trabajo; a todos según sus necesidades de pan, casa vestido, salud, cultura y dignidades.

III.- Obtener la máxima eficiencia, con el mínimo de esfuerzo y la más equitativa distribución de la riqueza.

IV.- Sin gran producción no hay amplio consumo, ni gran industria, ni economía poderosa, ni bienestar colectivo, ni nación soberana.

V.- Todo Estado moderno exige una técnica dirigida hacia la abundancia de bienes esenciales y de equipos eficientes de cultivo, de transformación, de comunicaciones, de cambio y de cultura.

VI.- Suprimir lo superfluo para que nadie carezca de lo necesario y se evite que los ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres.

VII.- Contra la patria, nadie. Por la patria, todos.

VIII.- Todos somos servidores de las causas de la libertad, la democracia y el progreso.

IX.- Las reformas avanzadas son victorias de las fuerzas del bien sobre el mal en sus luchas por la redención de los oprimidos.

X.- Sólo la justicia social garantiza la paz y la felicidad humana”

 

Visto así el personaje, qué chiquitos le han quedado todos los presidentes que le siguieron; su hijo Cuauhtémoc, cuando no lo quiso candidatear el PRI en control del Grupo Atlacomulco, se les independizó forjando el PRD, pero se quedó en la orillita de haber sido presidente también porque dos veces le hicieron chanchullo, en 1988 y 1994.

 

Como sea, el “Tata General Lázaro Cárdenas del Río” ocupa un lugar privilegiado en la historia mexicana del Siglo XX, no solamente por haber expropiado las empresas extranjeras explotadoras del petróleo y a los trabajadores, que ahora prácticamente ya no es de los mexicanos el oro negro porque los políticos y sindicalistas voraces  se comieron cruda y hasta con plumas a la gallina de los huevos de oro.

 

¡Viva pues el General Lázaro Cárdenas del Río!