* Saldaña hace campaña en las aulas

* “No lo vamos a molestar”, le dijeron

* A ras de suelo, sin estridencias ni egos

 

Jorge VALDEZ REYCEN

 

Javier Saldaña Almazán se encamina a la reelección en la Rectoría de la UAGro.

Solamente un incidente con gente armada se presentó, la semana pasada, que obligó a interrumpir la visita a escuelas preparatorias y unidades académicas en la Tierra Caliente. Hecho aislado, sin trascendencia, pero que por prudencia y sentido de responsabilidad se tomó por evitar poner en riesgo la integridad de universitarios.

Un aparente “levantón” de integrantes de la avanzada quedó solucionado en dos horas. Del celular de uno de los responsables de la logística, el propio candidato Javier Saldaña recibió una llamada. Jamás se identificó, pero sí le dijo: “Nosotros no lo vamos a molestar”, y enseguida le dijo dónde estaban los universitarios atados de pies y manos, a la vera de un camino de terracería, entre Teloloapan y Arcelia.

El percance no pasó a mayores. Todo quedó en el susto y en la anécdota de un episodio más de la violencia desatada en la región de la Tierra Caliente, donde opera la banda “Los Tequileros” y otras más en abierta disputa por el trasiego de enervantes.

Saldaña Almazán retomó su campaña de proselitismo con más ánimo y con la idea de que no se puede poner en riesgo la integridad física de nadie.

El papel de la UAGro en la vida social, desde la academia, está inserto en el slogan de promover una universidad con inclusión social. Y su forma de llevarlo a la práctica es la principal ruta. Involucrar a los universitarios en el desarrollo de la entidad, desde todos los rubros, es el desafío de las generaciones próximas a egresar, pero con empleos dignos y bien remunerados.

Javier Saldaña Almazán recuerda su pasado difícil como estudiante. Sus jornadas laborales como mozo de un comedor universitario, cuando cursaba la prepa. Eran tiempos de prepararse para lo que estaba por construir, con esa cultura del esfuerzo personal.

No hubo nada gratuito, ni producto de la casualidad. Eran épocas difíciles, siguen siendo.

La UAGro enfrenta retos como la máxima casa de estudios que debe incidir en la vida pública, social, económica, cultural, académica y de formación de cuadros universitarios con altos valores humanos. Asumir un liderazgo que, de suyo, era un anhelo desde la década de los 70’s, hoy más que nunca debe consolidar Saldaña.

La experiencia acumulada del rector en una primera administración, vendrá a robustecer con precisión cuáles son los puntos fuertes, débiles, las inconsistencias, los relevos que se deben hacer y rediseñar a la UAGro para el periodo 2017-2021.

Hoy camina a ras de suelo, en las aulas, canchas, patios y donde se hace vida universitaria. Motiva a los docentes, a los estudiantes a reconocer el liderazgo de un rector. Su discurso es el mismo, no hay cambios.

Lo novedoso sería introducir debates o foros de participación universitaria, que lo enriquezcan las voces discordantes y que propongan alternativas. La descalificación nunca ha sido la ruta de los entendimientos. Y en ese sentido, Saldaña lo analiza porque es receptivo a propuestas.

Ayer, la batucada de la porra de futbol del equipo Águilas, lo acompañó. También lo recibieron en Enfermería y en Arquitectura. El ambiente es festivo al interior de la UAGro. Lo demás, son aderezos.

Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.