* Se tuvo que suspender su sesión del Consejo Estatal debido a que llegaron a los insultos y los golpes entre ellos, por malos manejos financieros de su dirigente

 

* Acusan que Marco Antonio Maganda retuvo un millón 400 mil pesos a los comités municipales y sólo él sabe dónde está el dinero, además que tiene a familiares en la nómina del PAN

 

 

Gilberto Guzmán

 

Dirigentes y militantes del Partido Acción Nacional dieron un penoso espectáculo en su sede estatal, en pleno centro de Chilpancingo, debido a que la inconformidad por el manejo de las prerrogativas que recibe ese partido en Guerrero, provocó que los consejeros llegaran a los golpes e insultos y reventaran la sesión del Consejo Estatal convocada para este domingo.

En el Consejo Estatal se esperaba la validación y ratificación de la distribución del presupuesto del partido, pero alrededor de las 10:30 de la mañana, cuando todavía estaban los preparativos, un grupo de panistas inconformes llegó hasta las oficinas ubicadas en andador Emiliano Zapata de Chilpancingo.

Molestos, realizaron pintas y colocaron pancartas con señalamientos contra el dirigente estatal, Marco Antonio Maganda Villalva, a quien acusaron de retener en forma arbitraria y unilateral las prerrogativas a los comités municipales del PAN, por un millón 400 mil pesos, con el argumento de que forman parte de un ahorro, que sólo él sabe qué finalidad tiene, porque no transparenta esas decisiones con los consejeros.

El secretario general, Eloy Salmerón Díaz, acusó que Marco Antonio Maganda ha metido a sus familiares a cobrar en la dirigencia estatal del partido, lo que representa un acto de nepotismo que no se debe permitir en el PAN y que ha provocado la molestia de los militantes.

Explicó que la instalación del Consejo Estatal era para validar y ratificar la distribución del presupuesto para el funcionamiento del partido, y entre sus facultades está validar los informes de gastos semestrales, así como la aprobación de las candidaturas para el proceso electoral del 2018.

Como se generó una primera riña entre consejeros y manifestantes, quienes determinaron tomar el edificio del PAN, el secretario general Eloy Salmerón ordenó la suspensión del Consejo Estatal, por considerar que no había condiciones para continuar los trabajos.

Después, el dirigente Marco Antonio Maganda se enfrentó verbalmente con militantes panistas que le exigían salir del edificio para dialogar, pero tuvo temor de que lo agredieran y no quiso salir.

Entonces, los inconformes protagonizaron un jaloneo con los consejeros que se resguardaban en las oficinas, y para ejercer presión colocaron cadenas en las puertas como una forma de clausurar las oficinas partidistas.

El grupo opositor lo encabezó el ex dirigente estatal, Andrés Bahena Montero, apoyado por el diputado local Iván Pachuca, la esposa de éste, la exlegisladora local Delfina Concepción Oliva y Lilia Garzón Bernal, también exdiputada local.

El otro grupo lo encabezó el dirigente estatal y su esposa la diputada federal, Guadalupe González.

Para evitar que la situación se descontrolara aún más, llegó un grupo de policías antimotines, quienes replegaron a los manifestantes y cortaron las cadenas para que los consejeros retenidos pudieran salir de la sede panistas; sin embargo, fue mayor el miedo a ser agredidos y optaron por quedarse encerrados hasta que los inconformes se retiraran.

Cuando los ánimos se calmaron un poco, Abel Salmerón colocó una notificación de que el Consejo Estatal se suspendía hasta nuevo aviso, y anunció que como los opositores son mayoría contra el dirigente estatal, ya que tienen 70 de los 102 consejeros, sobre los 30 de Marco Antonio Maganda, cuando se reanude la sesión del Consejo votarán para destituirlo, por el mal manejo del dinero de las prerrogativas, que más parece para los panistas un botín.