Josefina Aguilar

 

Ramón Navarrete Magdaleno, presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), admitió que en un país como México y una entidad como esta, de víctimas de la violencia, el trabajo para la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), no será fácil, sin embargo confían en que con mucho esfuerzo, “las historias de tragedia en un futuro serán de esperanza”.

En el marco de la visita que este jueves realizó Julio Hernández Barros, presidente de la CEAV, en la que se entrevistó con familiares de desaparecidos, tanto de la Montaña baja, de manera concreta de Chilapa y Zitlala, así como de la zona Centro, el ombudsman reconoció el trabajo que realiza el funcionario federal a un mes de haber asumido el cargo.

“Estamos conscientes de que Guerrero enfrenta una situación delicada en materia de seguridad y que miles de familias sufren el dolor que provoca la violencia”, expuso Navarrete Magdaleno, aunque justificó que el problema no es exclusivo de esta entidad, sino que se ha replicado en el resto del país.

Las víctimas son muchas y el dolor es grande, admitió el funcionario, refirió que la incertidumbre de perder un hijo, una hija, un esposo, una esposa, un padre, una madre, un amigo, una amiga “sin duda quebranta el alma de miles de personas que exigen y merecen justicia”.

Ante la constante y permanente ola de violencia que se registra en México y Guerrero, señaló que se vive en un país de víctimas, por lo que el trabajo no es fácil, donde las historias de los muertos, de los torturados, de los desaparecidos, de los enlutados, son y siempre serán una prioridad en la agenda de Derechos Humanos.

Por ello insistió en que el trabajo que el comisionado de la CEAV, será difícil y tortuoso, a un mes de haber tomado el cargo, ha constatado que el camino para reconstruir y dignificar la vida de las miles de víctimas que hay en el país no es una labor sencilla, sobre todo, por la exigencia de justicia de las familias que han perdido a un ser querido, por lo que el éxito de la CEAV será también el éxito de miles de personas que esperan y merecen justicia, recalcó.

“Así como el problema es grande, también lo es el trabajo. A paso firme y constante, México tendrá que convertir las historias de tragedia en un futuro de esperanza. Dejar de ser el país de las víctimas, para construir una sociedad empoderada” agregó. (Notymás)