* Silvestre Plancarte pide al gobierno que garantice la seguridad de los habitantes de los pueblos ubicados en ese valle

 

Después de varias semanas de una confrontación que cobró la vida de siete personas, ayer miembros de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) asumieron el control en los pueblos del valle de El Ocotito, debido a que los integrantes del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo (FUSDEG) optaron por replegarse pacíficamente.

Alrededor de las 5:00 de la mañana de este lunes, los miembros del FUSDEG que aún se encontraban en la base que la organización mantenía a un costado de la carretera federal México-Acapulco, desde hace más de tres años, abandonaron el sitio desde donde operaban.

Consultado al respecto, el profesor Silvestre Plancarte Mondragón, miembro del FUSDEG, manifestó que la decisión de replegarse fue tomada el día de ayer por los ciudadanos, policías y consejeros, pues el movimiento se encontraba muy desgastado debido al bloqueo de la UPOEG a sus actividades.

Expuso que desde hace varios días los miembros de la UPOEG iniciaron una cacería de sus miembros, a quienes perseguían por todos lados, desde la base hasta sus domicilios, hostigando incluso a sus familias.

Plancarte Mondragón rompió en llanto al tener que abandonar el movimiento a causa de las amenazas recibidas, al igual que el resto de la estructura de la organización opositora a la UPOEG, y lamentó que el pueblo de El Ocotito no haya defendido el proyecto del FUSDEG, y advirtió que las consecuencias serán fatales.

Repudió el intervencionismo del gobierno del estado a favor de la UPOEG, organización a la que le dio todas las facilidades para desplazar al FUSDEG y lograr finalmente su repliegue.

El dirigente comunitario pidió que el gobierno le cumpla a quienes viven en comunidades del valle de El Ocotito y que se garantice el derecho a la seguridad, que garantice la paz en la región, para que la situación pueda normalizarse.

Los integrantes del FUSDEG, dijo Plancarte Mondragón, optaron por la vía pacífica y determinaron replegarse a fin de evitar cualquier tipo de enfrentamiento, y no exponer a sus simpatizantes entre los que hay mujeres y niños.

No descartó que se inicie una “cacería” en su contra y del resto de los consejeros y policías comunitarios, pues ahora quedan vulnerables a cualquier ataque por parte de los militantes de la UPOEG.

La UPOEG tomó el control de la comandancia pasado el mediodía, cuando ya los integrantes del FUSDEG se habían retirado, sin que se presentara ningún tipo de confrontación este último día.

La confrontación que había agudizado desde el pasado 24 de octubre, cuando ambos grupos se enfrentaron en la comunidad de Tlayolapa, dejando un saldo de siete personas muertas y varias más heridas.

La UPOEG ingresó ese mismo día a El Ocotito e instaló retenes paralelos a los que mantenía el FUSDEG y desde entonces amagaron con apoderarse de la base que está en los límites con el poblado de Mohoneras, lo que este día finalmente se concretó. (Con información de API)