* Acusan a Rafaela Santiago, dirigente de un grupo de pepenadores, por no permitir que entren al basurero empresas o particulares a comprar los desechos que reciclan

 

José Molina

 

Personas que se dedican a pepenar dentro del basurero municipal de esta ciudad, denunciaron a Rafaela Santiago Alonso, dirigente de un grupo de pepenadores, por no permitir que a dicho lugar ingresen empresas o particulares a comprar los desechos que ellos reciclan.

La tarde de ayer, un grupo de pepenadores se apostó afuera de las instalaciones del Congreso del Estado donde dieron declaraciones a los medios de comunicación, denunciando que en el basurero hay una mujer que lidera a un grupo de 70 pepenadores que solo le venden a ella lo que reciclan o de lo contrario ya no los deja recolectar.

Las personas que ahí trabajan recolectan entre los desechos: PET (plástico), cartón, papel, metal y aluminio, entre otros materiales que “acapara” la señora Rafaela para después revenderlo a las empresas reciclables, a un precio más alto.

Denunciaron que la mujer no permite que nadie entre a comprar, ni que particulares adquieran el material. Afirmaron que “monopoliza los precios y nos amenaza, solo condiciona que obligadamente se le venda el producto a Petstar, una de las empresas con la que ella tiene trato”.

Mencionaron que “a Santiago Alonso la eligieron para controlar un grupo de pepenadores por tres años, ya terminó el ciclo pero continúa moviendo el basurero, ella dicta el precio al que se tiene que vender lo recolectado”.

Y agregaron: “ella revende el material a la empresa y no nos deja trabajar o vender aparte, ella acapara el relleno sanitario e inclusive no permite que las empresas nos compren”.

Los pepenadores no permitieron fotografías por seguridad, y por temor a que la mujer y su grupo “los corra del basurero” y se les acabe esa fuente de ingresos.

“En la pasada administración municipal un regidor de Ecología la colocó en el puesto y le creó un grupo, desde esa fecha ella sigue liderando y obligado a sus seguidores a vender forzosamente a la empresa Petstar, filial de una reconocida empresa refresquera”.

Revelaron que ella controla el contrato que mantiene la empresa recicladora, y que varios recolectores de pet han buscado tratar con la empresa, pero se niega a comprarles porque mantiene exclusividad con Rafaela Santiago Alonso, donde se mueven producto del reciclaje importantes cantidades de dinero desde hace más de 16 años.

Ante esto, los recolectores señalaron: “estamos exigiendo que nos reciba en la alcaldía, ya tienen conocimiento de la situación, pero a la fecha no toman cartas en el asunto; somos alrededor de 50 familias las que dependemos de este humilde oficio”. (API)