* Mercedes Calvo, cuida el recurso oficial
* La SSA simulaba combatir el ZIKA, ya no
* Astudillo tiene en Merce a “súpercontralora”
Jorge VALDEZ REYCEN
Lo decía una y otra vez en los 90 días de campaña electoral:
–Las mujeres son mejores administradoras que los hombres.
Y del dicho a los hechos: El gobernador Héctor Astudillo Flores tiene en su esposa Mercedes Calvo Elizundia a una “supercontralora” que ha tenido la apremiante urgencia de salir de la comodidad tras bambalinas para asumir una función que llama la atención, en tiempos donde no existen limitantes al fenómeno de la corrupción, por su compromiso de aplicar los recursos oficiales en programas sociales y de salud pública.
Sí, Mercedes Calvo asumió una actitud que asombra a todos los miembros del gabinete estatal, algunos alzaron las cejas y se mesaron los cabellos, por su firme intención de que los recursos sean planeados, ejecutados, liberados y gastados en programas sociales de enorme y sensible estrategia para combatir la pobreza, desnutrición, pandemias de zika, chikungunya y dengue, hambre en zonas indígenas y todo lo relacionado a su campo del desarrollo integral de la familia.
No es la única del primer círculo del mandatario que está atenta a que los recursos sean destinados a sus fines. Otros servidores públicos, callados, discretos, han tenido que hacer de tripas corazón para suplir deficiencias de quienes tienen la responsabilidad institucional de hacer su trabajo.
La discreción es pieza clave, de acuerdo al estilo del gobernador Astudillo. No quiere poner en evidencias a secretarios o directores que no están en ritmo ni a tiempo de lo que quiere el mandatario estatal.
La presidenta del DIF-Guerrero tuvo que entrar de lleno a la campaña de combatir la pandemia de zika en Guerrero, ante la pasividad que rayaba en pachorra del secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos y los demás subsecretarios que parecen estar enfrascados en dimes y diretes que en su respectiva chamba. El secretario De la Peña Pintos tuvo que hacerse a un lado en esta campaña. Se contrataron avionetas fumigadoras para agilizar lo que vectores y personal de fumigación no hizo o simuló que hacía.
Cuando lo supo Astudillo fue que golpe de timón se dio en la SSa y Mercedes Calvo entró de lleno con el DIF y sus brigadistas. El propio mandatario lo dijo, fuerte y claro, con todas sus letras que ahora sí iba en serio la campaña de fumigación y combate al zika. Y si no lo hacen por tierra… que sea por aire.
Sin embargo, lo que hay de fondo es cerrar el paso a la corrupción que en otras administraciones campeó sin límite ni coto alguno. Ese es el mensaje tácito, que muchas veces no se alcanza a digerir, ya sea porque no lo dicen o se hacen disimulados los aludidos.
Y sólo así es cuando hay congruencia y transparencia. Nadie intentará engañar a la esposa del gobernador que sabe muy bien las funciones inherentes a la administración, ni cuenta con señalamientos de un comportamiento ajeno a la sensible función de ayudar a los que menos tienen.
Mercedes Calvo no atrae reflectores políticos, ni quiere, ni los necesita. Con ayudar a que los recursos públicos lleguen a su destino, es la satisfacción.
Por eso, y por muchas razones de altos valores éticos y morales, una mujer sobresale y es objeto de elogios sinceros. Lo demás, es harina de otro costal.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.