Fue 11 veces presidente

 

Por Chanssonier

 

Nacido en la ciudad de Jalapa, en el hoy estado de Veracruz, el general Antonio López de Santa Anna quien militó en las filas realistas, en el curso de la guerra de independencia, gobernó el país en 11 ocasiones, echándolo para siempre del poder la revolución de Ayutla, encabezada por el antiguo insurgente general Juan Álvarez Hurtado. Después de una vida azarosa llena de triunfos y tradiciones, Santa Anna salió de la vida el 20 de junio de 1876, en la ciudad de México, estando acompañado solamente por su esposa, señora Dolores Tosta.

Su vida como elemento realista fue intrascendente, porque no figuran hechos sobresalientes de su participación; en realidad su figura empieza a destacarse a raíz de la promulgación del Plan de Casa Mata, el que pugnó por conservar los privilegios a los antiguos realistas, para que continúen gobernando al país.

Siendo presidente de la república aconteció la guerra que a México, le provocó su colega estadounidense James Polk; derrotado tuvo que entregar a su vencedor más de la mitad de México, recibiendo en compensación 10 millones de dólares. A pesar de lo ocurrido se le continuaba reeligiendo, haciéndose llamar Su Alteza Serenísima.

Esto no lo pudieron soportar los auténticos patriotas, quienes se levantaron en armas, obligándole a dejar el poder para desterrarse en Cuba, de donde retornó para poner su espada a disposición del emperador Maximiliano quien la rechazó.

A partir de entonces vivió una vida de ermitaño, encerrándose en su casa de la calle llamada ahora Isabel la Católica, en donde empezó a perder la visa hasta quedar en la penumbra.

Se dice que en cierta ocasión llegó a saludarlo, para enterarse de su estado de salud, el general Santiago Blanco que había sido su secretario de Guerra, quien le comunicó había llegado de Nueva York un famoso médico, el cual podría devolverle la vista.

No mi general, le dijo en respuesta, porque no me gustaría mirar a tanto ingrato.

Prácticamente olvidado de todos, Santa Anna recibió sepultura en el panteón del Tepeyac, en la antigua villa de Guadalupe, ahora conocida como Gustavo A. Madero.

 

Es Acapulco de Juárez

 

Fue el gobierno de Colombia quien le otorgó a don Benito Juárez, el privilegio de llamarle Benemérito de las Américas, debido a sus enormes esfuerzos de darle a México el pleno reconocimiento a sus taras de gobierno, que emprendió en beneficio del pueblo que mandataba, combatiendo a un intruso príncipe europeo, quien pagó con su vida el atrevimiento.

Su terca posición de censura al dictador Antonio López de Santa Anna, lo condujo a tener que dejar el gobierno de Oaxaca del que era jefe del ejecutivo, desterrándose a Nuevo York. Conociendo lo que sucedía retornó al país, desembarcando en Acapulco, para viajar a la hacienda La Providencia, para ponerse a las órdenes del general Juan Álvarez, cabeza de la revolución de Ayutla que terminó con el poder, de quien se creía dueño del destino nacional.

El 20 de junio de 1873 a iniciativa del gobernador del estado, general Francisco O. Arce, el Congreso del Estado determinó que a partir de esa fecha, al puerto del Pacífico se le agregara el apellido del recién fallecido presidente de México, para denominarlo en lo sucesivo Acapulco de Juárez, como se le conoce de manera oficial.