Temas cotidianos

 

Paralizan carreteras

 

Félix J. López

 

Se está volviendo práctica detestable, que cuando fenómenos de la naturaleza causan averías diversas, tanto en pueblos como en caminos, a sus habitantes lo primero que se le ocurre es paralizar el tránsito vehicular, como manera de obtener lo que reclaman.

A mediados de septiembre del año 2013 la tormenta “Manuel”, así como el huracán “Ingrid”, causaron graves daños a la agricultura perdiéndose por su causa las cosechas de maíz y frijol, las que estaban a punto de levantar, lo que ocasionó hambruna entre quienes resultaron perjudicados.

En su momento el gobierno federal se comprometió con los agricultores, a brindarles apoyo para no pasar hambres por las pérdidas sufridas, pero es el caso que a casi tres años de distancia de lo ocurrido, las promesas se han olvidado, porque los damnificados viven entre la pobreza y la miseria.

Desesperados por la situación por la que atraviesan, indígenas de la Montaña agrupados en el Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña (CCDM), procedieron a bloquear diferentes carreteras de la región, como medida de presión para hacerse escuchar, porque parece no existen quienes hacen casos en sus demandas.

Los indígenas de la Montaña están justamente alarmados, porque si bien sus problemas quizá sean escuchados, ninguno de ellos ha tenido solución.

Al gobierno parece que lo único que le preocupa, es conservar el poder, haciendo caso omiso de los problemas de los indígenas, que han tenido que cerrar caminos para ver si de tal manera, sus muchos problemas son atendidos. Ahora que las lluvias se han iniciado, esperan no los lastime tanto como ocurrió en el pasado.

 

Reordenar transporte

 

En Acapulco inició una serie de pruebas el tan comentado Acabús, que será la columna vertebral del sistema del autotransporte porteño. El pasado 31 de mayo se iniciaron las pruebas, tanto para conocer el recorrido que deberá llevar a cabo, al igual la manera que podrá absorber a líneas en operación, convirtiéndose en la red principal.

Hace algún tiempo cuando se habló de construir el Acabús porteño, aquí se dijo que podría construirse un sistema de transportación principal, el que sería alimentado por líneas de autobuses y Urbans existentes, para que toda la población tuviera una comunicación rápida y expedita. El Chilpobús, que así se le denominaría, haría un recorrido entre esta ciudad y Petaquillas, alimentando por líneas que ahora tienen su terminal en el mercado “Leyva Mancilla”.

Actualmente la casi totalidad de unidades que cubren el servicio local, tienen su terminal en el mercado ya dicho, lo que ha conducido que las principales calles, estén prácticamente en manos de prestadores del servicio público, las que de hecho se han apropiado.

El “Chilpobús” como en el caso de Acapulco, absorberá el pasaje de las diversas líneas locales, las que actualmente abarrotan las céntricas calles de la ciudad, porque nunca ha realizado la oficina de Tránsito, un estudio para comunicar adecuadamente a toda la ciudad, por lo cual muchos lugares se encuentran sin servicio, por no contar con líneas que las comuniquen de manera rápida y eficiente.

 

Mujeres a la zaga

 

Hace algunos días los medios de comunicación, dieron a conocer que en un municipio de Chiapas, un grupo de exaltados hombres sacaron por la fuerza de su oficina a la alcaldesa de ese lugar, por el simple hecho de ser mujer, aun cuando su desempeño era bueno, imponiéndose el machismo a un buen quehacer político.

Entre nosotros un alto número de mujeres, que habitan los municipios de Acatepec y Ayutla, pertenecientes a la organización de Pueblos Indígena Me’phaa, se instalaron a un costado del palacio de gobierno para exigir apoyos diversos, toda vez que la pobreza es su actual distintivo.

Dueños ayer de sus tierras éstas les fueron arrebatadas, al consumarse la conquista de México; desde entonces su pobreza ha ido en aumento, sin que las autoridades miren las condiciones de atraso en la que viven.

Aparte de esa pobreza lacerante, algunas mujeres indígenas han sido violadas sin que el daño haya sido reparado. Para calmar las protestas generadas por tales hechos, el gobierno construyó un centro comunitario y un albergue, toda vez que fueron mayormente militares los autores de los abusos, los cuales fueron denunciados en su momento, pero hasta ahora la reparación del daño no se lleva a cabo.

La mujer indígena de manera particular, ha sido atropellada desde siempre sin encontrar justicia plena a sus reclamos. Estamos ante un caso que seguramente tardará tiempo en ser atendido, porque aquí a las indígenas ni se les mira, como tampoco se les atienden en sus reclamos.