* Más de 3 mil autodefensas operan en 12 pueblos 

 

* San Juan Tehuehuetla se alista para levantarse en armas; el domingo los criminales levantaron a dos maestros

 

ALONDRA GARCÍA

 

SAN MIGUEL TOTOLAPAN.— Miles de habitantes de la sierra de San Miguel Totolapan tomaron las armas para defenderse de la delincuencia organizada. Ante la ausencia de las autoridades para garantizar la seguridad, el movimiento de autodefensa sigue creciendo y 12 pueblos más anunciaron su incorporación a la lucha frontal contra los grupos criminales.

En julio de 2015, el cártel de La Familia Michoacana atacó a balazos la escuela primaria, la iglesia y la clínica de salud de la comunidad de Petlacala. Un mes después, el 30 de agosto de 2015, el pueblo se levantó en armas.

Los habitantes desempolvaron sus rifles, pistolas y escopetas; cubrieron sus rostros con pasamontañas y abiertamente le declararon la guerra a los cárteles de La Familia Michoacana y los Guerreros Unidos.

El Mezcalero, uno de los iniciadores de este movimiento de autodefensa, recuerda que todo comenzó con siete hombres armados.

“Empezamos con siete policías comunitarios y después fue aumentando (el número de voluntarios). Ahorita somos 60 comunitarios que cuidamos Petlacala”, indica El Mezcalero.

Pero en la zona más violenta, del municipio más violento, de la región más violenta del país, el movimiento de autodefensa no podía estancarse.

Otros pueblos de la zona, que también vivían inmersos en la violencia, decidieron que era hora de enfrentar a los grupos criminales.

De acuerdo con El Mezcalero, 12 pueblos más se sumaron al movimiento y actualmente hay 3 mil 375 personas en la autodefensa.

“Somos policías comunitarios debidamente ordenados y actuamos con todo el respeto del mundo. No agredimos a nadie, no le faltamos al respeto al gobierno. Hasta en los juegos de canicas hay reglas y por eso nosotros tenemos nuestras reglas de cómo debemos de actuar”, explica.

Asegura que las comunidades resguardadas por el movimiento de autodefensa viven en paz.

“Nos sentimos más seguros porque nos conocemos, nos cuidamos nosotros mismos y hemos avanzado mucho”, comenta El Mezcalero.

Sin embargo, reconoce que la situación aún es “crítica”. Aunque hay paz y seguridad, todavía sufren por el abandono institucional.

“Vivimos donde nunca han puesto la cara ni el gobernador ni el presidente municipal”, se queja El Mezcalero.

Desde hace ocho años, los habitantes de Petlacala no pueden acudir al ayuntamiento de San Miguel Totolapan, pues aunque su pueblo está en paz, durante el recorrido tienen que atravesar por comunidades que están bajo el control del crimen organizado.

Y es que, indica, sólo hay una patrulla de la Policía Estatal para resguardar la zona. El vehículo está en la comunidad de Linda Vista, no tiene llantas y las puertas se cierran con unas cuerdas amarradas al seguro.

En la sierra de este municipio tampoco hay médicos, enfermeras, ni medicamentos. Los grupos delictivos no sólo le quitaron la calma a estos pueblos, también les quitaron derechos fundamentales, como el acceso a la salud.

“Tenemos a un solo médico para casi 60 pueblos de la parte alta de la sierra de San Miguel Totolapan. La doctora de Linda Vista fue secuestrada, el doctor de Coronillas fue secuestrado, el doctor de San Miguelito fue secuestrado, así que las clínicas de salud están abandonadas y hay un solo médico atendiendo a todititos los pueblos”, explica El Mezcalero.

También tienen solamente una enfermera, cuyo salario se paga con las cooperaciones de los habitantes.

“¡Eso le debería dar vergüenza al gobierno!”, sentencia el fundador de la autodefensa.

Cansados de esta situación, los pueblos de la sierra de San Miguel Totolapan participaron, por primera vez, en una manifestación en la capital del estado.

El pasado 28 de abril, una comisión de habitantes de Petlacala se sumó al bloqueo de 11 horas a la Autopista del Sol. No lograron nada, sólo golpes y persecución de parte de la Policía Federal.

“Nos da tristeza, sentimos feo, porque la primera vez que bajamos a la capital del estado para inconformarnos y presentar un pliego petitorio, nos recibieron a golpes. Es una vergüenza para el gobierno”, sentenció El Mezcalero.

 

La autodefensa avanza

 

La confrontación entre La Familia Michoacana y los Guerreros Unidos no sólo afecta a los pueblos de la sierra de San Miguel Totolapan; la violencia también se extiende a los municipios vecinos.

El Sol de Chilpancingo documentó la existencia de 22 pueblos abandonados en los municipios de Heliodoro Castillo, Tlacotepec y San Miguel Totolapan.

Algunos de los pueblos abandonados son: Hierba Buena, Hierba Santa, El Jilguero, Vuelta del Sur, Escalerilla, Banco de Grava, La Guitarra, La Galera, La Gallinita, Toro Muerto, Cruz de Ocote, El Chachalaco, El Descombro, Linda Vista, Puerto Progreso, Piedra Concha, El Barroso, Santa María Sur, La Mesa de Tehuetla, Barranca de Iguala, San Miguelito, El Querengue, El Carrizal, Dos Caminos, Pericotepec y Santa María de las Flores.

“El municipio de San Miguel Totolapan está secuestrado” por la delincuencia organizada, asegura El Mezcalero. Sin embargo, afirma que la autodefensa avanza con éxito.

Fue gracias a esta labor que varias familias que antes huyeron de la sierra, ahora regresaron con la intención de sumarse al movimiento y recuperar sus viviendas, sus pertenencias y sus vidas.

El Mezcalero presume que al menos ocho pueblos están por sumarse a la autodefensa, lo que reforzará las labores de seguridad en la zona.

Algunas de las comunidades que ya organizan su levantamiento armado son: San Juan Tehuehuetla, Plan de la Cruz, Plan del Salto, Plan del Cuche, Las Mesas y San Rafael.

“Es triste lo que vivimos los pueblos de arriba. Apenas dimos un recorrido y nos encontramos pueblos sin maestros, niños con viruela, con sarampión, porque ellos no conocen una vacuna. Hay casas quemadas, casas olvidadas. Por eso se están arrepegando a la organización de nosotros, para ver si logran la paz en sus pueblos”, comenta El Mezcalero.

Indica que el pueblo más afectado es San Juan Tehuehuetla. Apenas el 8 de mayo, un maestro y una maestra fueron secuestrados por un grupo de hombres armados.

La esposa del docente informó que él ya tenía amenaza de los grupos criminales, porque “no querían ver fuereños en el pueblo”.

“La delincuencia organizada sigue en la zona. Hay secuestros, levantones y asesinatos”, reconoce El Mezcalero. Por ese motivo, dice, la autodefensa se ha convertido en la única forma de detener la violencia que parece imparable, en una región donde la autoridad está ausente.

“Nosotros no buscamos broncas, pero si la delincuencia organizada nos busca, entonces tenemos que defendernos”, advierte.

El siguiente paso, indica El Mezcalero, es consolidar la organización y meterla en un esquema legalmente reconocido.

Desde hace varias semanas, el movimiento de autodefensa de la sierra de San Miguel Totolapan mantiene comunicación con Bruno Plácido Valerio, dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), bajo la cual se enmarca el Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana.

“Con los demás pueblos, llegamos a la conclusión de que nos vamos a adherir a la UPOEG, nos vamos a organizar bien y le vamos a entrar todos… o no le va a entrar ninguno”.