Temas Cotidianos
Advertencia incumplida
Por Félix J. López Romero
Desde el momento que la secretaría de Educación Pública, puso en marcha la evaluación del magisterio, para conocer la calidad de la enseñanza que imparte, contemplada dentro de la reforma educativa que el gobierno ha puesto en marcha, miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), rechazaron a ser sometidos a exámenes, con el propósito de obtener una mejor preparación, lo que ha motivado una auténtica rebelión, porque les han metido la perversa idea que lo que realmente se desea, es relevarlos de las tareas que ahora llevan a cabo.
Ante la terquedad de los cetegistas, de acudir al logro de una mejor preparación académica, el secretario de Educación José Luis de la Vega Otero, declaró que quien no acuda a ser evaluado en Acapulco, tarea que se llevará a cabo los días 8 y 9 del presente mes, perderá el empleo en el entendido que los amparos que se promuevan en materia educativa, serán sobreseídos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como ya ocurrió a quienes ocurrieron a ella en busca de su protección, lo que les fue negada.
Solo quien está enfermo de sus facultades mentales, puede estar en contra de la reforma educativa, la que tiene como específico fin eficientar la enseñanza escolar, la cual debe ser perfectible porque las necesidades así lo requieren.
Por otra parte que se conozca, México es el único país en el mundo en donde el magisterio cobre sin cumplir con su deber, dándose el lujo de enfrentarse a sus autoridades. Advertir que docente que no acuda a evaluarse perderá el empleo, es palabra que desde el medio oficial se repite constantemente, lo que jamás se lleva a la práctica.
Empiezan incendios
Siempre ha sido así. Enseguida de la temporada de lluvias se inician los incendios forestales, la mayor parte de ellos ocasionados por los campesinos, quienes pretendiendo tener una buena cosecha de maíz, acaban con cientos de hectáreas boscosas mediante el destructivo “tlacolol”, que solo les ofrece una baja producción de maíz, en cambio destruyen la floresta la cual requiere años para su recuperación.
Hasta el momento han sido escasos los incendios forestales, ya que las autoridades de protección civil del ayuntamiento, han estado atentas para sofocarlos antes que tomen protecciones catastróficas.
Hace años cuando de manera natural o intencional eran ocasionados, el Ejército Mexicano procedía a reclutar de centros de esparcimiento, quienes allí se divertían, conduciéndolos a sofocar el fuego. Actualmente esa práctica se ha perdido, de allí que los incendios forestales resulten tan destructivos.
El jefe de Protección Civil del municipio, Gustavo Vela Guevara, declaró que el cuerpo que comanda está alerta ante cualquier eventualidad. Por estar asentados la mayor parte de los pueblos en la zona serrana, en donde los bosques son apetitoso alimento para el fuego; se requerirá del concurso de todos, por tratarse de bosques inmensamente arbolados.
Hasta ahora los incendios ocurridos en la zona de El Alquitrán, inclusive en las goteras de la ciudad, han sido fácilmente controlables; de producirse en las inmensas masas forestales su combate será más difícil. Por lo tanto desde ahora deben formarse brigadas para prevenir a la población, de daños mayores que podría ocasionar un fuego incontrolable.
Prevenir calamidades
Es común escuchar que enseguida de registrarse una tragedia, las autoridades en sus diversos niveles se hacen presentes en donde ocurrió, diciéndose que después del niño ahogado se pretende tapar el pozo.
Existen cosas que por desgracia no pueden prevenirse, como son los casos de los temblores y los ciclones; los hombres de ciencia en caso de las lluvias solo pueden vaticinar su intensidad, pero no los destrozos que pudiera ocasionar. En el de los sismos nada aún hay que pueda prevenirlos.
Hace algunos días el presidente municipal, Marco Antonio Leyva Mena, se reunió con vecinos de la colonia Héroes de Guerrero, cuyas viviendas resultaron altamente dañadas el año pasado, con las fuetes y persistentes lluvias que se dejaron sentir.
No se entiende que hasta ahora se atienda el problema, cuando la época de lluvias terminó hace meses, dejando por desgracia un saldo destructor. El alcalde y funcionarios integrantes de la comuna, debieron también estar presentes en poblaciones del medio rural, en donde las lluvias les provocaron daños diversos.
Ha sido práctica generalizada, que los cuerpos de protección civil solo aparezcan, después que la naturaleza ocasionó daños. Por desgracia nada se previene, de allí que los resultados sean cuantiosos, cuando bien pudieron ser menores, de haberse tomado las medidas necesarias para que así fuera.
Codicia por el oro
Hasta hace pocos años las tierras en donde se asienta, la comunidad rural Nuevo Balsas, municipio de Cocula, eran tierras improductivas para la agricultura y la ganadería; el vecindario para el sustento diario se dedicaba a la pesca, siendo el río que atraviesa la población, el encargado de proveerla.
Estudios geológicos en la región, de parte de la compañía minera canadiense “Media Luna”, determinaron que en la zona existían yacimientos de oro y plata, por lo cual los directivos de la empresa, se dirigieron al gobierno federal con el propósito de obtener la concesión respectiva para su explotación, obteniendo altas utilidades que ahora otros ambicionan, siendo por esto que los directivos de Media Luna, están pensando seriamente en clausurar sus actividades, por los diversos problemas que vienen atravesando.
Los habitantes de Nuevo Balsas señalan a los explotadores, de los ricos yacimientos de metales preciosos, de haber destruido la flora, la fauna y mantos acuíferos de la región; la denuncia ha sido desoída por las autoridades federales, por apartarse de la realidad. Al parecer todo se debe a denuncias de grupos campesinos rivales, que buscan hacer mucho ruido para que la minera cese sus tareas de explotación, para que sean ellos quienes lo realicen en lo sucesivo, a pesar de no contar con la capacidad de efectuarlo.
Los rijosos quieren la mesa puesta; el metal siempre ha estado en el subsuelo, pero nadie se había atrevido a explotarlo; de irse del país la empresa “Media Luna” vendrá otra, en tanto los ejidatarios se conformarán con seguir siendo peones, por carecer de dinero para que continúe funcionando.