Hoy se cumplen 100 días del gobierno de Héctor Astudillo.— Sienta las bases para avanzar en el combate a la delincuencia tan crecida.— En Chilpancingo, Marco Leyva muestra el arranque de un buen gobierno
Enrique Vargas
Hoy se cumplen 100 días del gobierno de Héctor Astudillo Flores, tiempo en el que no pueden reclamarse solución de los muchos problemas que lastiman el estado de Guerrero, pero está claro que ha sentado las bases para marcar un cambio importante en la dirección que se le da a la entidad, que está urgida de derribar los obstáculos que le dejaron los gobiernos anteriores y abrir los caminos para doblegar los grandes problemas de violencia, inseguridad, criminalidad, pero también de mayor crecimiento económico para avanzar en el trabajo y el progreso, obstaculizados por la enorme inseguridad.
Son 100 días que no son ni el 5 por ciento del tiempo que constitucionalmente le corresponde para que coordine e impulse las actividades que el ciudadano común quiere ver permanentemente, como la paz y el orden que ofreció el mandatario, como compromisos fundamentales de su gobierno.
Está a la vista que ha trabajado intensamente en ese sentido, primero dentro del estado, con los muy pocos recursos materiales, humanos y financieros que le dejaron, pero además, ha logrado un amplio y decidido apoyo federal.
Muchas son las reuniones de planeación, de desarrollo de actividades y de acciones directas contra la delincuencia en el estado, pero son fundamentales las que el gobernador Héctor Astudillo ha celebrado con el gobierno federal, con el presidente Enrique Peña Nieto y el Gabinete de Seguridad Nacional, que encabeza el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y los secretarios de la Defensa Nacional y la Marina Armada de México, de quienes dependen la Policía Federal y su grupo especializado la Gendarmería.
El descuido en que se mantuvo en los años anteriores el combate a la delincuencia y la atención a las necesidades inmediatas de la población provocó que la delincuencia alcanzara niveles peligrosos, por lo que al empezar un nuevo gobierno, sin recursos, no había manera de enfrentar esos problemas, pero el apoyo del gobierno federal, permitió que el estado se mantuviera a flote y que arrancaran las acciones mayores para controlar la situación de crisis y emergencia en que estaba Guerrero.
Al analizar la situación actual, especialistas de México y a nivel internacional plantearon que la inseguridad y violencia delincuencial que se observa en el estado sólo podrá reducirse cuando se logre erradicar en su mayor parte la siembra de amapola y la cosecha de goma de opio, para la fabricación de heroína, estupefaciente que tiene enorme demanda en Estados Unidos, nuestro vecino del norte.
LOS PROBLEMAS ESTÁN IDENTIFICADOS y se sabe cómo combatirlos, a fin de buscar una salida suficientemente amplia que genere las condiciones suficientes para trabajar y reducir en todo lo posible la amenaza delincuencial de robos, secuestros, extorsiones, asaltos, secuestros, que mantienen una situación de angustia en la clase productiva del estado, que son los blancos de esa delincuencia, que ha roto todas las normas y los códigos que de alguna forma se mantenían en el mundo fuera de la ley.
NO PUEDE HABLARSE a 100 días que se han logrado soluciones, pero si es posible plantear que el ambiente de crisis en que estaba el estado, ya tiene un diagnóstico suficiente, a fin de plantear las medidas que permitan buscarle soluciones, con un operativo muy amplio contra las bandas delincuenciales, pues se asegura que hay más de una decena de cárteles y cerca de 50 bandas que van por los demás delitos que afectan a la sociedad.
Es decir, se tiene proyecto y planeación para enfrentar el problema y también se dispone, gracias al gobierno federal de Enrique Peña Nieto, de una gran fuerza policiaca y militar capaz de enfrentar con éxito el desafío del narcotráfico, que tiene en Guerrero al principal productor de las drogas que más demanda tienen en la actualidad.
Se trabaja en la creación de la Policía Estatal Única, reclamada por la mayoría de los gobernadores del pais, como una medida fundamental para que cada entidad pueda hacer una aportación de calidad en el combate a esa delincuencia.
En Guerrero, el gobernador Astudillo integró un buen equipo de trabajo, además de facilitar que los titulares de los poderes Legislativo y Judicial, la diputada Flor Añorve Ocampo y el magistrado Robespierre Robles Hurtado, estén en la misma dinámica de trabajar con intensidad y firmeza para enfrentar las dificultades y facilitar el retorno a la vida tranquila y en orden, para cumplir la propuesta de gobierno de Héctor Astudillo, de tener un Guerrero “con Orden y Paz”.
EN CHILPANCINGO, MARCO LEYVA MUESTRA EL ARRANQUE DE UN BUEN GOBIERNO.— La crisis que afecta a Guerrero se ensañó especialmente contra Chilpancingo, la capital del estado, ya que fue en ella donde repercutieron mayormente las consecuencias de los problemas que se dieron en un año y medio, aproximadamente, sin que tuviera alguna responsabilidad en tales hechos.
Le tocó a Mario Moreno Arcos enfrentar la mayor parte de los conflictos, derivados de la acción pandilleril y vandálica de la Ceteg, los ayotzinapos y otros grupos menores, que causaron destrucción y daños enormes en la alcaldía.
En esas condiciones el ahora presidente municipal Marco Antonio Leyva Mena recibió también una administración con muchos problemas y carencias, aunque reconoce que recibió el ayuntamiento en condiciones aceptables, no obstante la destrucción de esos grupos violentos.
Marco Leyva recibió también un palacio municipal saqueado, semidestruido y sin los equipos necesarios para trabajar.
Poco a poco ha empezado a recuperarse de los problemas y carencias heredadas y avanza en la estructuración de un buen gobierno, con muchos problemas y dificultades, pero con la determinación de salir adelante y poder cumplirle a la ciudadanía con un buen gobierno, como se comprometió con sus electores.
La ciudadanía ha respondido con solidaridad a su nuevo gobierno y por eso acude en número importante a pagar el predial, el agua y otros derechos y obligaciones, lo que es de gran ayuda para el gobierno capitalino, porque así cuenta con recursos frescos para cumplir con sus obligaciones y responsabilidades básicas en ete primer momento.
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