* Tres mil 500 soldados son desplegados
* Cacería de “Rojos” y “Ardillos” en Chilapa
* Astudillo: recuperaremos la paz social
Por Jorge VALDEZ REYCEN
El general se ajustó las gafas de sol con su dedo índice, y respiró, hondo, profundo.
Alejandro Saavedra Hernández, segundo hombre más poderoso de Guerrero, después del gobernador Héctor Astudillo Flores, personalmente comandará una fuerza de tarea táctica-militar de tres mil 500 elementos de tropa de élite, provistos con el material de guerra más sofisticado.
Se trata de la respuesta “contundente, profunda y decidida” del Gabinete de Seguridad Federal, encabezado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al que confluyen marinos de la Armada de México, pilotos y paracaidistas de la Fuerza Aérea Mexicana, Gendarmería, Policía Federal, Fuerza Estatal y Policía Ministerial de la Fiscalía General del Estado.
Es la cacería humana contra “Los Rojos” y “Los Ardillos”, que desde mayo del 2015 han sacudido violenta y cruelmente a los moradores de Chilapa de Álvarez y Zitlala, con ejecuciones, secuestros, homicidios y demás delitos de alto impacto social por la disputa del cultivo, cosecha y trasiego de amapola y su derivado de goma de opio para la creación de heroína, la droga más poderosa y adictiva de toda la historia en el principal mercado de consumo, los Estados Unidos de Norteamérica.
Nunca se había visto el despliegue táctico militar en la Montaña Baja, como tampoco nunca se había sacudido la región con inusitada violencia. Superar el miedo, es lo que sigue.
El gobernador Astudillo mencionó en su discurso que “la Operación Chilapa es la respuesta contundente a la criminalidad, la brutalidad y el salvajismo” de quienes han desafiado al Estado mexicano. Es también producto de la coordinación plena de todo el Gabinete de Seguridad Federal, encabezado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y los titulares de la Defensa Nacional, Marina-Armada de México, PGR, Comisión Nacional de Seguridad y Centro de Información y Seguridad Nacional (CISEN).
Astudillo recordó aquella irrupción de más de 60 hombres armados, encapuchados, que en el mes de mayo de 2015 se hicieron pasar como integrantes de una Policía Comunitaria, pero con otra intención: secuestrar a más de 16 personas, cuyo paradero todavía se desconoce y son buscados afanosamente por sus familiares. Aquel episodio fue el detonante a la crispación y al rompimiento social de una ciudad que es emblema de fe religiosa y asiento de clérigos, sacerdotes y monjas.
El alto mando castrense, Saavedra Hernández, en su oportunidad enlistó una agenda de 30 días para la fuerza de tarea, que se desplegará por tierra y aire, donde se incluirán labores sociales a localidades rurales, como la que harán los soldados a partir del lunes próximo, en la construcción de un camino saca-cosecha en Zitlala.
El alcalde de Chilapa, Jesús Parra García y la diputada federal Verónica Muñoz Parra, saludaban de mano a los concurrentes en una Unidad Deportiva convertida en campo militar.
Los juegos de guerra contra bandas criminales han comenzado.
Nos leemos mañana, SIN MEDIAS TINTAS.