Durante su participación en el foro de Seguridad Pública –en donde estuvo presente el gobernador Héctor Astudillo Flores—, realizado apenas el lunes pasado, Ana María Salazar Slack, periodista y destacada consultora en materia de seguridad, advirtió que ante una crisis en materia de seguridad como la que se registra en Guerrero, los medios de comunicación tienen un papel de suma importancia al “apoyar una estrategia de seguridad, o debilitar esta estrategia”, y precisó que “mucho tiene que ver con la capacidad que tiene el gobierno de poder buscar que la información se transparente de una forma que la ciudadanía tenga claridad de cómo se están usando los recursos, además de los éxitos o los fracasos de esta estrategia”.

Esto viene a colación porque el jueves pasado, en Chilpancingo, minutos antes de las 10 de la noche se registraron una serie de balaceras que se prolongaron durante una hora y que generaron pánico entre cientos de vecinos de varias colonias ubicadas al sur de la ciudad, como resultado de un operativo del grupo antisecuestros de la Fiscalía General del Estado, cuyos miembros rescataron, literalmente a sangre y fuego, a tres personas plagiadas en esta capital.

El operativo policiaco fue exitoso, pues además de recuperar vivas y en buen estado físico a las personas privadas de su libertad, los policías ministeriales, con el apoyo del Ejército, lograron detener a 9 delincuentes, a quienes les decomisaron un arsenal y vehículos que ocuparon para cometer los secuestros.

Sin embargo, en el área de ¿Comunicación Social? de la FGE, tuvieron a bien informar oficialmente sobre los pormenores de este suceso a través de un boletín emitido poco después de las 3 de la tarde de este viernes –¡18 horas después!—, cuando diversos medios de comunicación impresos matutinos ya habían publicado los datos escuetos y confusos que pudieron recabar en la misma noche del jueves o en la madrugada del viernes, sin contar que en redes sociales se habían difundido toda clase de rumores que sólo contribuyeron a generar más confusión durante la misma noche de los hechos.

Resulta evidente que quien está a cargo de difundir la información en la Fiscalía estatal, tiene un equivocado concepto de lo que es el manejo oportuno de la información, y que poco o nada escuchó o leyó de lo que dijo la señora Salazar Slack, además que puso en evidencia, una vez más, su incapacidad, porque ésta no es la primera vez que actúa con tardanza y torpeza para difundir información oficial de interés público.

Con esos colaboradores, el fiscal Xavier Olea Peláez no necesita de enemigos.