* Ante la ola de crímenes ocurridos en nuestra entidad, el coordinador de la diputados federales del PRI, César Camacho, justificó que Héctor Astudillo se encontró con “una inercia difícil de revertir en pocas semanas”

 

Redacción

 

Para el coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional de la Cámara de Diputados federal, César Camacho Quiroz, detener la violencia en Guerrero “no es sencillo”.

El legislador fue cuestionado sobre la ola de violencia por la que hasta el miércoles 13 de enero se han contabilizado alrededor de 65 homicidios, 50 de ellos entre el 1 y el 8 de enero, 10 el fin de semana del 9 y 10 de enero, y cuatro más el martes 12 en Acapulco, de acuerdo con reportes de los diferentes diarios locales y nacionales, sin contar el secuestro de 17 personas en Arcelia y 5 maestros en Ajuchitlán del Progreso, dos municipios enclavados en la región de la Tierra Caliente.

Ante estas cifras, Camacho Quiroz aseguró que el gobernador Héctor Astudillo Flores tiene una herencia muy difícil de revertir, pero en ello está empeñado y quienes creen en su causa política lo respaldan.

“Creo que Héctor Astudillo ha tomado el reto de abatir la violencia y de combatir la delincuencia, pero hay que advertir que hay una inercia difícil de revertir en pocas semanas”, expresó el líder de los diputados priístas, entrevistado en el palacio legislativo de San Lázaro.

Aseguró que el mandatario guerrerense cuenta con todo el respaldo del Gobierno federal para generar una política de prevención del delito eficaz e intensificar las acciones de combate a la delincuencia.