Gilberto Guzmán

 

El exdiputado local y dirigente de la Unión General de Organizaciones Campesinas de México (UGOCM), Antonio Gaspar Beltrán, informó que cada vez son más las familias nativas de Chilpancingo que están dejando la ciudad por los altos niveles de violencia, que pareciera que no hay ley que se respete.

“No sé a quién le convenga todo este escenario que estamos viviendo, pero no podemos heredar a nuestros hijos este mundo en que vivimos”, expresó en entrevista.

Mencionó que ante crisis como la que atraviesa el estado de Guerrero y la capital, se debe apostar a la sensibilidad social, y aplicar más acciones de inteligencia como estrategia contra la violencia.

Sugiere regular a todas las policías comunitarias de los municipios, sobre todo por el surgimiento de nuevos grupos, de quienes dijo: “quisiéramos pensar que todos son hombres y mujeres de buena fe”.

Señaló que coincide con el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, en el sentido de que ante la inseguridad pública se hace necesario el llamado urgente al diálogo entre todos los sectores, pero lamentó que cada vez sean más las familias que abandonan la capital, atemorizadas por la escalada violenta que prevalece desde hace años.

“Están desertando muchas familias de Chilpancingo, la gente se está dispersando, se está yendo a otras partes de la República, porque no aquí no se les brindan las condiciones para seguir viviendo tranquilas”, manifestó el exlegislador.

Aclaró que antes se iban a otras ciudades los empresarios, asediados por la delincuencia y el cobro de derecho de piso o extorsiones, pero ahora se han sumado al éxodo familias tradicionales orilladas por el alto nivel de inseguridad.

“La autoridad tiene que actuar más por la ciudadanía; pareciera que a la autoridad no le interesa el desarrollo de la gente, no le interesa la seguridad, no le interesa propiciar condiciones de convivencia ciudadana, vemos cómo a los gobiernos únicamente les interesa el presupuesto, les interesa cobrar impuestos, pero no vemos autoridades que tengan ética moral, compromiso social y político”.

Agrega que si tuvieran ética y compromisos, “ya hasta hubieran renunciado por los nulos resultados que estamos observando”.

El dirigente de la UGOCM insistió en los llamados a la paz y la concordia, como medida para abonar a la solución de la inseguridad que padece la ciudadanía, ya que los hechos graves de violencia “pareciera que ya son cotidianos”.

Reiteró que los recursos y estrategias deben ir más enfocados en inteligencia para el combate a la inseguridad pública, “la autoridad sabe dónde están los focos de atención, debe atenderlos; no sé a quién le convenga todo este escenario que estamos viviendo, pero lo que es cierto es que no podemos heredar a nuestros hijos este mundo en que vivimos”.