Sadyhel Astudillo
A mi abuelita Lalla por
su pronta recuperación.
Nos encontramos en el primer fin de semana del nuevo año, a partir del lunes la gran mayoría regresa a su rutina cotidiana, principalmente escuela y/o trabajo. Antes de que ese momento llegue, aprovecho para mandar nuevamente un cordial saludo a ustedes amables lectores y desearles un excelente inicio de ciclo y que, cada día su actividad o trabajo logren hacerlo mejor y sorprenderse ustedes mismos día tras día.
En colaboraciones recientes he escrito sobre la importancia de mantenernos al día sobre temas que nos interesen, además de (aprovechando estas fechas) recapitular el año anterior para decidir que mantener, que dejar atrás y que mejorar a manera personal; también en general, reflexionar sobre cómo ha cambiado el mundo en él que vivimos. Una excelente manera de mantenernos al día y recapitular lo más destacado de este del año que terminar, es leer sobre los galardonados con el premio nobel y sobre el trabajo que los hizo merecedores de esa tan prestigiada distinción del año que terminó y anteriores. De hecho, mi participación de esta semana, así como el título de esta, surgió tras haber hecho lo que les acabo de recomendar.
El premio nobel de economía del pasado año dos mil quince lo recibió el científico Angus Deaton por su análisis sobre el consumo, pobreza y bienestar. Este científico que posee una realmente larga carrera y estudios que lo respaldan, nos abre los ojos, sin importar nuestra edad o posición socio económica, sobre lo enormemente desequilibrada que se encuentra la economía mundial y que, a pasos realmente pequeños, tiene la firme intención de mejorar. De igual forma nos menciona que el trabajo de erradicar la pobreza es un fenómeno que trasciende más allá de simplemente incrementar el poder adquisitivo de las personas o realizar ajustes y/o incrementos al salario, el querer aplicar soluciones útiles, lejos de ser un beneficio se vuelve contraproducente, y lo único que se lograría es tener una brecha más grande entre las personas con un nivel económico estable y las que se encuentran en cualquier grado de pobreza.
Este científico propone y ha hecho un estudio sobre qué es lo que hacen las personas con el poco o mucho capital que reciben cada determinado tiempo; cuanto de su salario lo invierten en alimentos, vivienda y demás gastos “fijos”, cuanto destinan al ahorro, en que cantidad gastan en lujos y comodidades, etc. Al realizar un estudio detallado sobre el flujo económico de los diferentes sectores de la población, podremos darnos cuenta de que el problema no reside simplemente en cuanto dinero perciben, si no en como lo administran.
No importa que nuestros ingresos sean muy por encima del promedio, si este capital lo tenemos comprometido en pagos de tarjetas, mensualidades de lujos innecesarios o algún ejemplo parecido, de manera que, la cantidad que dediquemos para alimentos y vivienda se vean afectados y reducidos, nos encontraremos en una situación de pobreza –vuelvo a mencionar- a pesar de percibir constantemente una fuerte cantidad económica.
En el otro caso, si la cantidad de ingresos quincenales es limitada, pero con ella uno logra administrar para pagar todos los gastos necesarios y lograr ahorrar un porcentaje para eventos fortuitos, aunque percibamos el salario mínimo, no estaremos en un caso de pobreza, entendiendo por pobreza la escasez de alimentos o de vivienda; la pobreza será en el ámbito de los lujos y comodidades.
Los resultados y el cuerpo de este trabajo, así como el de los demás ganadores del premio nobel, de este y todos los años, jamás deberá de quedarse como un simple dato curioso o de cultura general, estudios como estos realmente nos permiten conocernos más como seres humanos y como sociedad, de igual forma nos permitirán conducirnos a un bienestar y estabilidad en varios sentidos Pero que no quede en nosotros –yo y ustedes lectores- recomienden esta lectura a todos sus allegados y que los textos de este gran científico lleguen a manos de quienes nos gobiernan, ya que este es un asunto que nos compete a todos, sin embargo ellos se encuentra en la posición y con el poder y deber de buscar la mejora para nosotros sus gobernados, creo que esta demás mencionar que México es uno de los países que necesita un estudio de esta índole y que los resultados obtenidos se apliquen a la brevedad posible.
Ténganlo presente, Angus Deaton, premio nobel de economía 2015; leamos, reflexionemos, apliquemos y mejoremos.