* El vocero de las familias que buscan a personas desaparecidas en Chilapa dijo que en ese municipio hay una crisis humanitaria debido a la violencia
* Reveló que el hombre que buscaba a sus tres hijos desaparecidos, asesinado la semana pasada, recibió amenazas de muerte en presencia de agentes de la SEIDO, pero estos no hicieron nada para investigar
GILBERTO GUZMÁN
CHILAPA.— El vocero de la organización Desaparecidos por Chilapa, José Díaz Navarro, afirmó que tras el secuestro masivo de pobladores en ese municipio entre el 9 y el 14 de mayo, y el asesinato del señor Bernardo Carreto González, el 22 de diciembre, en ese municipio se vive una crisis humanitaria.
Entrevistado en Radio Fórmula, el hombre que busca a dos de sus parientes desaparecidos a finales del 2014 señaló que a partir del 9 de mayo, cuando en Chilapa irrumpió un grupo armado encabezado por comisarios de algunos pueblos, los ciudadanos de la cabecera municipal viven una situación de violencia más grave de la que se padecía en la zona, y recordó que aunque se manejó que fueron nueve muertos en los últimos días, en realidad fueron 16, según datos de las denuncias recibidas.
“Antier tuvimos dos muertos y un herido aquí, en plena ciudad. Ayer otras vez dos muertos y un herido aquí en el centro de la ciudad, esto cada día se va agravando más”, indicó.
Sobre el recrudecimiento de la violencia, Díaz Navarro dijo que “aquí pasa algo importante: son dos grupos los que están disputando la plaza y de estos grupos no han capturado a nadie; sus estructuras siguen intactas”, en referencia a Los Rojos y Los Ardillos.
Sostuvo que mientras entre los grupos delictivos y la Policía Federal no hay enfrentamientos, “los que sufrimos las consecuencias somos los de en medio, los que nos atravesamos en su camino porque entre ellos no se agreden”.
Agregó que cuando tenían la idea de que el expediente de desaparecidos ya se había mandado a la Ciudad de México, éste “seguía aquí, en Guerrero, porque no tenía tinta la copiadora”.
Sobre el asesinato de Bernardo Carreto —quien buscaba a tres hijos desaparecidos en mayo pasado—, ocurrido el pasado 22 de diciembre, Díaz Navarro recordó que la víctima habló de las amenazas de muerte en su contra durante un encuentro con el subprocurador de Derechos Humanos de la PGR, Eber Omar Betanzos Torres, pero “nos dijeron ahí que no iban a investigar, ya habían tardado ahí dos o tres meses investigando”, y que era competencia de la Fiscalía de Guerrero.
Añadió que en presencia de los agentes de la SEIDO, Bernardo Carreto recibió una amenaza telefónica, pero la respuesta de las autoridades fue “que lo iban a reportar, para ver si autorizaban para que investigaran el teléfono. Dieron, como siempre, explicaciones técnicas y los resultados aquí los tenemos visibles”, en referencia a la muerte de Carreto.
Destacó que luego de diversas pláticas con las Fiscalía de Atención a Víctimas, José Díaz señaló que lo único que obtuvo de las autoridades es que se hagan cargo de los gastos del féretro de Bernardo Carreto González.
José Díaz señaló que ante la crisis que se vive en Chilapa, los padres de familia han tenido que sacar a sus hijos de la escuela para mandarlos a trabajar de jornaleros, destacando el caso de una familia, cuyo padre fue secuestrado cuando les habían otorgado un préstamo para comprar una camioneta y poder vender en las comunidades.