* El nuevo fiscal dijo que “le cayó una bomba, y no molotov” para describir la situación que encontró al asumir el cargo

 

 

Fernando Hernández/Redacción

 

 

“Encontré una Fiscalía devastada, sin policías judiciales, con un rezago tremendo, inmenso. Hay una Fiscalía que está en ruinas. Le cayó una bomba y no molotov; una bomba atómica cayó sobre ella”, aseguró ayer el nuevo titular Xavier Olea Peláez al explicar la situación que prevalece en la FGE tras la gestión de Miguel Ángel Godínez Muñoz.

Entrevistado durante la entrega de equipo y armas a la Secretaría de Seguridad Pública estatal, el fiscal reveló que su oficina era la única que no estaba desbaratada, que tenía muebles. “Todo lo demás estaba vacío y el rezago afecta a las líneas de investigaciones, ya que los ministerios públicos no tienen una teoría del delito y no tienen un protocolo para actuar”, precisó.

Olea Peláez reconoció que desconoce el número exacto de elementos con que cuenta la Fiscalía, pero consideró que no son los suficientes policías ministeriales para realizar las investigaciones.

Sobre la reciente desaparición de 7 personas en Apaxtla, el fiscal dijo no tener información suficiente sobre caso. “Tengo la información que se tiene en los medios”.

Añadió que de manera personal, “sin toda la información”, que se trata de “gente del crimen organizado que nos están traicionando a todo lo que da. Llegó un nuevo fiscal y yo le entro con muchas ganas, pero tengo que ir con pies de plomo”, concluyó.

Por otra parte, Olea Peláez dijo que buscará una entrevista con la procuradora general de la República, Arely Gómez González, para que le aclare las versiones sobre el hallazgo de 19 cadáveres en una barranca del municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco).

Admitió que hasta ayer por la tarde no tenía información que pudiera confirmar el hallazgo de los cadáveres, esto a pesar de que diversos medios de comunicación han citado fuentes de la PGR para dar como cierta esa información.