El milagro guadalupano
Felipe Victoria
¿Calculan ustedes cuantas revoluciones y golpes de Estado hubieran sucedido en México de no haberse rescatado la libertad de cultos, permitiendo de nuevo las peregrinaciones a la insigne Basílica de Santa María de Guadalupe bajo el cerrito del Tepeyac en el norte del DF?
Bien se dice que la conquista no la hicieron los soldados españoles sino los misioneros evangelizando a los autóctonos, pero la estratégica aparición de la Virgen Morena a Juan Diego definió el futuro de la Nueva España y de los mexicanos, ya en un país independiente desde septiembre de 1821, constituido en República Federal en octubre de 1824; por algo quien fue primer presidente de la Nación cambió su nombre original José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, al de Guadalupe Victoria.
Sin embargo, en la época de la revolución la persecución religiosa desde Carranza y Plutarco Elías Calles, motivó el asesinato del reelecto Álvaro Obregón en julio de 1928 y la cruenta guerra cristera; fue hasta el gobierno de Manuel Ávila Camacho (1940-46) que se volvieron a autorizar las peregrinaciones
Un privilegio sagrado para muchas mujeres y varones llamarse Guadalupe, felicitaciones por su día y paso a lo que le quitó el sueño a muchos abogados en Guerrero los días recientes:
Perdonarán la alegoría, pero es difícil y delicada la crianza de cerditos, que muchos creen que se alimentan de “cochinadas”, como los famosos cuches ‘cuiteros’ en rancherías, pero la engorda controlada tiene sus bemoles; como característica singular no existe zahúrda en que el detergente y la limpieza ponga contentos a los marranos. Chillan cuando los desinfectan pues les encanta su peste congénita y revolcarse en las heces, así se bañan.
Toda proporción guardada, la antes llamada Procuraduría de Justicia en Guerrero, que más bien opera aún como “torturaduría y preocupaduría”, es vista como un cochinero donde comercian libertades para malhechores ricos, o fabrican a inocentes pobres como delincuentes, para que a los jueces penales les lleguen asuntos blanditos deficientemente consignados, que faciliten dictar autos de libertad.
Un sistemita desaseado en contubernio tradicional que el gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores pretende erradicar de tajo y para eso llegó como fuera al Tribunal Superior de Justicia, Robespierre Robles Hurtado, pero faltaba que en el Congreso decidieran entre la terna propuesta: Calleja Paniagua Salvador, Olea Peláez Javier Ignacio o Parra Silva Rogelio.
Candente su comparecencia ante diputados el miércoles pasado, donde fue evidente la consigna de un grupo reducido de legisladores contra el famoso litigante Olea Peláez, que junto con su padre y hermano asumieron la coadyuvancia de los progenitores de una menor secuestrada, violada y asesinada en el Fraccionamiento Costa Azul, patrocinados por José Francisco Ruiz Massieu, y no pararon hasta traerse extraditado de Texas al traficante de Amparos Enrique Fuentes León y al Ministro Ernesto Díaz Infante, de California.
Los opositores a que fuera el nuevo fiscal general el hijo del ex gobernador igualteco, le endilgan supuesto padrinazgo de la dupla al mando nacional del PRI
Le ven “cara de Fab” a Olea Peláez y gritan como cuches, no sea que se le ocurriera, si llegaba de fiscal, ponerse a limpiar a fondo la zahúrda y deshacerse de ejemplares enfermos crónicos de corrupción institucionalizada.
Quisieran algunas Barras y Colegios de abogados algún fiscal a modo que llegara a solamente a echar bonitos discursos y permitir que el cochinero siga funcionando igualito. ¿Exigirles capacitación y profesionalismo?, para qué, si en la fase inicial de las averiguaciones previas no se necesita sapiencia doctrinaria ni manejo congruente del Código Penal, sino dinero contante y sonante para decidir si consignar o no, o después para apelar o desistirse de la acción penal en el juicio.
Cualquiera que llegue a la Fiscalía General pretendiendo sanear la dependencia se coloca la soga al cuello, pues las mafias internas son doctoradas en mañas, diplomadas en intimidar e inhibir a los jefazos, con maestría en la ley de plata o plomo.
A veces parece que ahí apesta más que en las zahúrdas. ¿Qué tal si se les ocurriera revisar tantos casos de asesinatos proditorios que dejaron pendientes de investigación, digamos por lo menos a partir del 2005, cuando inició la década perredista externa guerrerense en materia de impunidad, en que hasta algún gobernador en turno resultó ser el primer sospechoso de la autoría intelectual?.
Por eso son palabras mayores hablar de la cuerda floja sobre fuego en que el nuevo fiscal general caminará haciendo equilibrio mientras limpia el cochinero, finalmente ayer jueves por la noche en el Congreso Javier Olea obtuvo 36 votos a favor, Héctor Calleja 9 y Rogelio Parra 0; ahora sí, Fiscalía General y Tribunal Superior coordinados hacia lograr Justicia sin Topillo con Héctor Astudillo.
-¡Tliín, tilín!- Suena la campanita escolar.
-Oiga teacher Pizarrina, ¿por qué nos obligó a venir a clases hoy que es día de las Lupitas y donde quiera hay festejos?
-Para que no vayan de carne de cañón a las protestas por los vándalos ayotzinapos abatidos hace ya cuatro años en la gasolinera. El que sí merece homenaje es Gonzalo Miguel Rivas Cámara, que dio su vida por salvar muchas, de tarea averigüen lo que sucedió esa fecha.
-¿Y la santísima Virgen Morena?
-Estamos en una escuela pública y de eso aquí no se habla.