* Al protestar por segundo día consecutivo en la capital contra la evaluación a docentes, maestros disidentes dieron muestras de que para ocasionar desmanes y violencia, no hay quien les gane

 

Salvador Bello

 

Por enésima ocasión, el recinto del Poder Legislativo se convirtió en blanco de manifestaciones violentas, en esta ocasión por parte de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).

Fue minutos después de las 11:00 horas cuando un contingente de aproximadamente mil profesores disidentes iniciaron una marcha que tuvo como primera parada la sede del Congreso del Estado.

Allí un grupo de docentes, que llevaban sus rostros cubiertos con capuchas, arremetió contra el acceso del estacionamiento del inmueble hasta que lograron abrirlo.

Entonces los profesores ingresaron para realizar pintas en las paredes, destruir cristales y a atacar al menos un vehículo que se encontraba dentro del estacionamiento.

Igualmente fue vandalizada la caseta de vigilancia que se encuentra junto a la puerta del estacionamiento y algunas sillas que sacaron de la misma fueron incineradas frente al acceso.

Incluso un grupo de encapuchados arrebató un par de radios de comunicación a los guardias de seguridad del inmueble que utilizan para comunicarse entre ellos y con las fuerzas policiacas.

Tras unos minutos, un trío de Policías Antimotines del Estado que llevaban una pistola para lanzar gas lacrimógeno salió a encarar a los manifestantes y lograron dispersarlos con la amenaza de tirarles gases.

Entonces, los cetegistas continuaron su marcha por la lateral del bulevar y luego por el carril central norte-sur de la Autopista del Sol, hasta llegar al punto conocido como El parador del Marqués, donde bloquearon para realizar un mítin en repudio a la reforma educativa y a la evaluación docente que se aplica en Acapulco.

En este lugar ya se encontraban al menos cinco autobuses con Policías Antimotines Federales, quienes descendieron de los mismos y se aproximaron a la marcha, pero se colocaron a un lado de la autopista y sólo se limitaron a observar la protesta.

Minutos más tarde, del puerto de Acapulco llegaron más elementos policíacos, se colocaron bloqueando los cuatro carriles de la Autopista del Sol y también observaron a los manifestantes hasta que se retiraron.

A las 14:30 horas, los inconformes reanudaron su marcha de regreso a su campamento, luego de una hora de bloqueo con el que provocaron un caos vial que afectó a cientos de automovilistas, muchos de ellos turistas que se dirigían al puerto de Acapulco o de regreso a la ciudad de México.