*Después de los asesinatos del comisario y su secretario, elementos de la UPOEG llegaron el viernes a esa comunidad de la sierra y se enfrentaron a balazos contra criminales, dando muerte a 3 de ellos

*Los cadáveres permanecían tirados a un costado de la camioneta de lujo en la que viajaban, hasta las primeras horas de este sábado, sin que ninguna autoridad acudiera a ese pueblo

 

Redacción

 

Tres muertos y seis heridos fue el saldo de un enfrentamiento a balazos ocurrido entre policías ciudadanos de la UPOEG y un grupo armado de la comunidad de Polixtepec, en donde el miércoles pasado también fue asesinado en una emboscada el comisario Joaquín Romero Ríos y su acompañante Víctor González Luna.

El enfrentamiento ocurrió alrededor de las 13:00 horas del viernes, cuando unos 100 policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) llegaron en esa pequeña comunidad de la sierra.

Los comunitarios fueron recibidos a balazos por integrantes de un grupo armado que dirigen los hermanos Ángel y Efraín Villalobos, según información divulgada por la agencia Apro.

Los elementos de la UPOEG repelieron la agresión y el enfrentamiento se prolongó durante casi ocho horas; el saldo final fue de tres presuntos delincuentes muertos y seis comunitarios heridos.

Los presuntos delincuentes que murieron viajaban en una camioneta BMW negra, con placas de circulación 653-WHJ de la Ciudad de México.

Tras el enfrentamiento, los pistoleros del grupo de los hermanos Villalobos se replegaron hacia los cerros y los elementos de la UPOEG tomaron el control del pueblo.

Los habitantes se refugiaron en sus viviendas, ante el temor de que los pistoleros reingresaran al pueblo y se desatara un segundo choque armado.

Los policías ciudadanos de la UPOEG catearon casas de los Villalobos y encontraron indicios de que se dedican al procesamiento de amapola para elaborar heroína.

El mismo viernes por la noche, se registró un ataque a balazos contra el área de urgencias del Hospital General de Chilpancingo, en donde eran atendidos los elementos de la UPOEG que resultaron heridos en el enfrentamiento con los sicarios del grupo de los hermanos Villalobos, lo que generó una intensa movilización policiaca ante la posible irrupción de los criminales en el nosocomio.

Hasta las primeras horas de este sábado, ninguna autoridad se había presentado en el lugar para levantar los cuerpos sin vida de los presuntos delincuentes.

De acuerdo con información de la agencia Apro, tanto elementos de la Policía del Estado como del Ejército permanecían en la comunidad de Filo de Caballos, a unos 40 minutos de Polixtepec, aunque en la noche se informó que ya habían instalado una Base de Operaciones Mixtas en esa comunidad.

El dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, informó que la Policía Ciudadana se extendió a más pueblos de la sierra para garantizar la seguridad.

Anoche se tuvo conocimiento, extraoficialmente, de que hubo más enfrentamientos armados en la comunidad de Izotepec.

El ingreso de la UPOEG a esta zona de la sierra ocurrió desde la tarde del jueves, ante la petición de apoyo de los habitantes que viven bajo la opresión de grupos criminales.

El detonante para el ingreso de la UPOEG fue el asesinato del comisario de Polixtepec, Joaquín Romero Ríos y su secretario, Víctor González Luna; ambos fueron emboscados la noche del miércoles pasado en un camino de terracería del municipio de Leonardo Bravo, a unos metros del destacamento militar que mantiene el Ejército sobre el tramo Puentecillas-Polixtepec.

Tras el doble asesinato, los pobladores cerraron la carretera que conecta a esta zona de la sierra con la región centro, para exigir seguridad.

Denunciaron que constantemente son hostigados por el grupo armado que lideran los hermanos Villalobos, para obligarlos a unirse a sus actividades delictivas.

Dijeron que incluso los han amenazado con asesinar a más autoridades y habitantes de las comunidades aledañas si no se unen al grupo armado.