* El gobernador electo necesitará del apoyo del gobierno federal para enfrentar la crisis que habrá de recibir este martes

 

Gilberto Guzmán

 

A unos días de que Héctor Astudillo Flores rinda protesta como gobernador de Guerrero, la violencia en la entidad ha alcanzado niveles alarmantes: los asesinatos han sido la constante en casi todos los rincones del estado, pero las cifras se han recrudecido en Chilpancingo y Acapulco, donde el propio mandatario electo estuvo cerca de un ataque a balazos contra un establecimiento comercial, en el que dos elementos de su guardia personal resultaron heridos.

La inseguridad y la violencia, en voz del propio Héctor Astudillo, son los problemas más fuertes que habrá de enfrentar a partir de este martes 27 de octubre, cuando ante el Congreso del Estado asuma la mayor responsabilidad en su carrera política.

 

La inseguridad, el principal reto

 

La noche del sábado 17 de octubre, Astudillo y su esposa, Mercedes Calvo, se encontraban cenando en el restaurant ‘Forza Italia’, cuando en un bar denominado VIP –ubicado a un costado— se registró una balacera y dos escoltas del gobernador electo resultaron heridos.

“Con toda la honestidad del mundo, qué bueno que me pasó para que me dé cuenta del tamaño del problema”, dijo días después Astudillo sobre el incidente en reiteradas ocasiones, como anunciando que una vez en la gubernatura, buscará aplicar las mejores políticas en materia de seguridad pública para frenar los hechos de violencia en Guerrero.

Con Astudillo coincide el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, en el sentido de que la violencia y la inseguridad serán los problemas más fuertes que tenga que enfrentar el próximo gobierno.

“El 27 de octubre inicia un nuevo gobierno en el estado de Guerrero, desde la iglesia y distintos organismos de la sociedad civil, creemos que el principal reto y desafío de este gobierno será el fenómeno de la inseguridad y la violencia en que se encuentra el estado”, señaló el prelado en el puerto.

Y le sugirió al gobernador electo que para entregar respuestas y soluciones en este tema, se debe involucrar a la sociedad civil en iniciativas con organizaciones sociales, conjuntarlas y buscar generar soluciones de seguridad y confianza.

 

El déficit financiero

 

Astudillo también recibirá una administración pública endeudada, con un boquete financiero de 5 mil millones de pesos, según expuso el gobernador Ortega ante senadores en julio pasado.

Ortega ha señalado en diversos medios que el pasivo se generó por participaciones federales no devengadas de 2014 y 2015, que suman casi 2 mil 400 millones, además de laudos y adeudos que no se han cubierto.

Al déficit, le agregó más de 200 millones de pesos que serán utilizados para implementar el nuevo sistema de justicia penal en Guerrero, y 19 mil plazas sin techo presupuestal en el sector educativo.

Pero el gobernador electo ha informado que en realidad el déficit que heredará es de 18 mil millones de pesos.

Explicó que se necesitan dos mil millones de pesos para cubrir el “bono sexenal” –aunque este se pagó el 23 de octubre, como habían acordado el SUSPEG y el Gobierno estatal—, aguinaldos –que el gobernador saliente advirtió que no dejará pagados— y finiquitos de personal.

“Sería yo irresponsable si dijera que no me voy a hacer responsable de pagar el aguinaldo, lo tengo que hacer finalmente”, aseguró Astudillo sobre esta situación.

Agregó que los adeudos con bancos con por casi tres mil millones de pesos, pero además hay un boquete financiero de casi 13 mil millones de pesos.

Ante la situación, el gobernador electo señaló que pedirá el apoyo financiero del gobierno federal, y que en cuanto asuma la gubernatura se hará responsable de los adeudos institucionales.

 

La pobreza, génesis de la violencia

 

¿Cómo hará el gobernador Astudillo para combatir la pobreza ancestral en Guerrero, con la crisis financiera que enfrenta la administración pública estatal?

La pobreza, sin menospreciar el tema de la inseguridad, ha sido el principal problema de la entidad, porque la miseria de miles de familias deriva en desempleo, y el desempleo representa el caldo de cultivo para la delincuencia, la violencia y la inseguridad.

Datos del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG) evidencian el grave rezago educativo, una característica de los sectores pobres de la población.

El rezago educativo es otro problema grave. De acuerdo a datos del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG), hoy, más de 1 millón 200 mil personas son analfabetas y, sumado a los altos niveles de deserción escolar, cada día hay más jóvenes sin estudios básicos.

En Guerrero, según datos del Censo de Población y Vivienda 2010 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay 3 millones 388 mil 768 habitantes, de los cuales 2 millones 315 mil subsisten en condiciones de pobreza o pobreza extrema.

La desnutrición, consecuencia de la pobreza extrema, cobra alrededor de 3 mil 500 vidas cada año en Guerrero, y la padecen más de 40 mil niños en condiciones de marginación.

En el tema de la violencia, durante los últimos cinco años se ha registrado una tasa de 100 homicidios por cada 100 mil habitantes en la entidad.

Guerrero es uno de los estados más violentos del país, y solamente en Acapulco se han contabilizado más de 850 víctimas de ejecuciones de enero a octubre, un promedio de 3 crímenes diarios.

Héctor Astudillo ha declarado que para enfrentar el conjunto de retos que representa gobernar una entidad como Guerrero, donde los dos gobiernos emanados del PRD en alianza con otros partidos de izquierda no lograron superar la problemática social, recibirá el respaldo del gobierno federal, también priísta.

Y es innegable que requerirá del apoyo federal, pero también tiene que respaldarse en la sociedad civil, que es la que padece de manera directa los problemas cotidianos como pobreza, desempleo, inseguridad y rezago social.

Con esta problemática acechando a la entidad, ¿le alcanzarán a Astudillo los esfuerzos para avanzar hacia “un Guerrero con orden y paz”, como ofreció en su campaña?

Esa interrogante comenzará a ser respondida a partir de este martes 27 de octubre.