Por Felipe Victoria Zepeda

 

Atascado el tergiversado asunto amapolero de Iguala

 

Duro el fiscal Miguel Ángel Godínez evidenciando ante los diputados que su antecesor “dejó escapar” al ex narcojefe policiaco de Iguala, Felipe Flores Velázquez.

El diputado Ricardo Mejía Berdeja se le fue a la yugular a Iñaky Blanco Cabrera, el abogado que llegó a Guerrero para figurar en la historia de las más indignantes maniobras recientes contra la justicia real, manipulando averiguaciones para  fabricar “verdades legales”.

El que hubieran tomado declaración a Felipe Flores Velázquez, jefazo de la narcopolicía inmundicipal de Iguala el 27 de septiembre del 2014, sin detenerlo ni evitar su fuga, implica por lo menos responsabilidades para el entonces procurador de Justicia, o posible complicidad encubridora ordenada de muy arriba.

Imposible no recordar las facilidades que Iñaky Blanco, como delegado de la PGR, dio a una veintena de policías federales de Genaro García Luna, que dispararon contra los vándalos desalojados de una gasolinera en la Autopista del Sol, cuando “le atinaron” a dos líderes de normalistas de Ayotzinapa aquella trágica mañana del 12 de diciembre de 2011, cuando ocurrió la primera gran intentona para tumbar del cargo al entonces gobernador Aguirre Rivero.

Casi una treintena de servidores públicos de la Procuraduría guerrerense fueron incriminados, con tal de dejar irse a los policías federales y por más que se lo propuso Iñaky Blanco no logró que cayera preso el procurador Alberto López Rosas.

La PGR prescindió de Iñaky Blanco, pero quien sabe por  cuales oscuros intereses fue nombrado subsecretario de Gobierno en el estado un tiempo y a la salida de Martha Elba Garzón Bernal, la relevó en la Procuraduría, a pesar de haber consignado abusivamente a tantos de la dependencia que llegaría a encabezar hasta poco después del ayotzinapazo en Iguala.

Pareciera Iñaky siempre dispuesto a cualquier anomalía en la procuración de justicia y cuando ocurrió el quizá premeditado asunto de Iguala, en que estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos fueron enviados de carne de cañón en la guerra entre los cárteles de Guerreros Unidos y Los Rojos, y tal vez por coincidencia robaron un autobús cargado de drogas fueron brutalmente escarmentados sin que nadie lo impidiera, no actuó debidamente.

Iñaky Blanco  consiguió  confesiones de cómo ejecutaron a los vándalos capturados y hasta localizaron fosas clandestinas, pero los restos no eran identificables.

No pudieron darle “colorín colorado” al asunto y asumió el caso la PGR, por aquello de la desaparición forzada.

¿En cuántas graves omisiones incurrió Iñaky Blanco tergiversando investigadores? La peor fue disimular que el móvil real fue que hubiera drogas en uno de los autobuses robados.

Enorme el poder de los padrinos protectores de la mafia amapolera de Iguala; todo podía tolerarse, menos que se descubriera el ingenioso sistema de exportación de opiáceos en autobuses de pasajeros hacia los USA, negocito de por lo menos mil 600 millones de dólares anuales.

¿Qué instrucciones precisas de quien o quienes recibió el entonces procurador de Guerrero? Si no le sucede nada malo antes, Iñaky Blanco tendrá que hacer algunas confesiones pertinentes; ¿se le escaparon por negligencia  o condescendencia Felipe Flores Velázquez, su primo José Luis Abarca Velázquez y la patrona María de los Ángeles Pineda Villa?

-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, ¿cuál será el gran giro en las pesquisas oficiales de la PGR de Arely Gómez ahora que reiniciará todo bajo la mirada del subsecretario Campa Cifrian y los expertos internacionales?

-Ha sido cuestión de tiempo  e inmunidades por fueros, pero el tiempo pasa y a cada capillita le llega su fiestecita, a partir de noviembre y con las festividades de muertos verá las sorpresotas que habrán.

-¿Investigarán directo a los que omitieron el móvil principal de la ejecución de los vándalos de Iguala, teacher?

-Así es de esperarse chamacos, el abecedario comienza por la letra A y sigue la B, la numeración a partir del cero, luego el uno, el dos, etcétera.

-¿Iñaky Blanco comenzó por el final, con los cadáveres desaparecidos ex profeso?

-Considero que sí, antes de estar muertos asesinados y desaparecidos, era necesario averiguar primero quienes los mandaron vivos de carne de cañón, de parte de quienes y para qué, por sentido común elemental.

-Ujule teacher, pues si ahora el enfoque será así de simple y ya no hay órdenes superiores de encubrir a nadie, muchas cabezas podrían rodar, pero no creemos que toquen a los innombrables.

-Puede ser, pero lo evidente es que el ayotzinapazo sirvió para tumbar a un gobernador, sacar del poder a un partido y de pretexto para estarle moviendo el piso al presidente, y de negociote a los que manipulan a los padres de los desaparecidos.

-¿Todo un asunto de narcopolítica entonces, pero no crimen de Estado?

-¡Shhh… cábrense cayones!, déjenlo en que fue “una de malas”; mejor vayan al cine a ver “La Noche de Iguala”, el docudrama de Jorge Fernández Menéndez.

-¿Vale la pena?

-Primero mírenlo, para que formen su opinión y no hablen de oídas a lo tontejo.