• Danza de millones de pesos desviados
  • Salud, Desarrollo Rural, ISSSPEG y súmele
  • Un crimen, la corrupción en medio de pobreza

 

La danza de millones de pesos desviados se documenta en letras de molde. Los nombres de integrantes del gabinete estatal saltan a la palestra. Desde la presunta venta de patentes notariales, los viajes a Cuba del secretario de Salud, el desvío de recursos para cientos de jubilados y pensionados, el jineteo de 550 millones en Desarrollo Rural, los 112 millones de indemnización a ejidatarios por el Macrotúnel y el pago a campesinos por el seguro de catástrofes debido a la sequía, son los casos emblemáticos que ilustran a nuestra entidad expoliada por la corrupción sin freno.

Impasibles, absortos en este circo de varias pistas, nos llevan de la mano a leer con indignación las ocho columnas de los diarios guerrerenses que reproducen el torrente de quejas e indignación social por este despiadado saqueo de recursos públicos. Nos aturden las cifras de tantos millones de pesos, cuando se dice que Guerrero tiene en el concierto nacional el segundo lugar de niveles de miseria, pobreza y hambre.

Es la paradoja de la abundancia en tierra de miserables. Y no se pueden ir —ninguno de los que no tienen salario mínimo y sí cobran jugosos salarios— cuando enfrentan las acusaciones públicas de un amplio sector de la sociedad por actos de corrupción, tipificados en peculado, o desvío de recursos públicos, sin que sean escrupulosamente revisados en sus cuentas bancarias, inversiones y bienes adquiridos de la noche a la mañana.

Le dicen “cacería de brujas”. Nada más falso, porque a ellas las quemaban vivas… y a estos corruptos, ni un cerillo les acercan. Cumplir la ley, es la exigencia. Y el que la deba, la pague… empezando por el terco y torpe jefe del Ejecutivo, aún.

Guerrero vive momentos cruciales históricos. Es una yesca que muchos intentan prender, sin saber que consecuencias traería. Fue tierra de caudillos dispuestos a morir por sus ideales. Aquí no hay ideales de por medio, de lo contrario ya las instituciones se hubieran ido al demonio –dix it Andrés Manuel López Obrador.

Hay gente con profundo resentimiento por la muerte injusta de un familiar. Eso anida en la conciencia y cuando se manipula ese dolor, es peligroso. Engañar es ofensivo, más aún cuando la razón le asiste al ofendido y clama justicia. Ese es el sendero que nadie quiere andar.

Por eso el enorme desafío, responsabilidad y compromiso que se les exige a quienes rigen a las instituciones: que nos garanticen paz, trabajo, desarrollo, y que no puedan traicionar, ni por asomo, su misión con los desposeídos. Ya no más personajes que provienen de una izquierda ideologizada a su conveniencia. Esa es y ha sido la peor decepción.

Guerrero ya tuvo gobernantes empresarios, postulados por una izquierda de membrete, voraz, tóxica, que cobijó a los considerados enemigos de clase. ¿Y qué dejaron como legado? Puras mentiras, desencanto, frustración, más pobreza y repulsión a la clase gobernante.

Si se quiere romper con esa cadena de calamidades, para conjurar la revuelta que amenaza la estabilidad, se debe ejercer la ley sin distingo. “Que sólo distinga a los guerrerenses el vicio y la virtud” –dix it José María Morelos y Pavón.

A la danza de los millones, propongo el rock de la cárcel… Nos leemos SIN MEDIAS TINTAS.