* El gobernador con licencia se reunió ayer con diputados federales que integran la comisión que da seguimiento al caso Iguala-Ayotzinapa

 

* Declaró a reporteros que Guerrero debe verse desde una perspectiva de seguridad nacional y advirtió que “no basta con que se envíen más policías”

 

Fernando Hernández

 

El gobernador con licencia, Ángel Aguirre Rivero aseguró ayer antes de reunirse con diputados federales que siguen el caso Iguala-Ayotzinapa, que tiene la conciencia tranquila y advirtió que Guerrero debe verse desde una perspectiva de seguridad nacional, porque “no basta con que se envíen más policías. Guerrero necesita un trato especial, necesita de programas que den empleo”.

Además, dijo que, “de manera categórica, me desmarcó de cualquier posible vínculo con algún elemento o grupo de la delincuencia organizada”, y aseguró que “mi relación con el señor (José Luis) Abarca se dio en el marco institucional, cuando yo acudí en algunas ocasiones a la ciudad de Iguala a inaugurar obras, a supervisar algún programa”.

Recordó que “tan pronto fui enterado de los hechos instruí a los funcionarios responsables de cada una de estas áreas como es el procurador (Iñaky Blanco) el secretario general de Gobierno (Jesús Martínez Garnelo), el secretario de Seguridad Pública (Leonardo Vázquez Pérez) y desde luego le instruí también al secretario de Salud (Lázaro Mazón Alonso) que se dieran a la tarea de atender a todas esas personas que necesitaban atención médica”.

A la reunión que se llevó a cabo en un hotel de la Ciudad de México, el gobernador con licencia llegó a acompañado del senador perredista Sofío Ramírez Hernández, quien es considerado uno de los hombres más cercanos a Aguirre Rivero.

El exmandatario recordó a los medios que “yo tuve siempre una muy buena relación con los alumnos de la Normal de Ayotzinapa, yo fui el último gobernador que visitó esa escuela y les advertí que robar autobuses no era el camino y les regalé un camión. Yo les di apoyos por más de 60 millones de pesos para la remodelación de la escuela, les di un autobús, un tractor, les di las cuotas para su mejor alimentación, les di computadoras”.

Ángel Aguirre señaló que tiene la conciencia tranquila respecto de los hechos de violencia ocurridos en Iguala. “Cuando se tiene la conciencia tranquila no veo razón para tener temor, más bien tengo preocupación, tengo rabia de lo que ocurrió en Iguala”, y precisó que no ha abandonado Guerrero, ni mucho menos el país. “Yo de mi estado jamás me voy a retirar”, dijo.

Por su parte, la diputada federal de Movimiento de Regeneración Nacional, Araceli Damián, quien participó en la reunión, dijo que  Aguirre Rivero reveló que sí requirió el apoyo al comandante de la zona militar a la que corresponde Iguala, el coronel Juan Antonio Aranda Flores.

Según la legisladora, el mandatario con licencia guerrerense señaló que sí solicitó la intervención de las fuerzas armadas la noche del 26 de septiembre del año pasado cuando se registraron los hechos de violencia que derivaron en la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.