* “Necesitaríamos contratar al menos 8 mil elementos” precisó el secretario de Gobierno, David Cienfuegos, mientras 2 mil efectivos resguardan edificios o son escoltas personales de funcionarios, aseguró
* Sobre la inseguridad que priva en la entidad, sobre todo en Chilpancingo, Acapulco e Iguala, el titular de la SSP, Pedro Almazán, declaró que “es parte de los reacomodos de los grupos de la delincuencia organizada”
REDACCIÓN / BERNARDO TORRES
Debido a la falta de elementos y recursos económicos, el gobierno del estado, a través del secretario General de Gobierno David Cienfuegos Salgado, se declaró incapaz para garantizar la seguridad a la ciudadanía ante la ola de violencia que se vive en municipios como Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Tixtla.
“No tenemos los recursos necesarios para garantizar la seguridad de los guerrerenses, tenemos una policía sumamente limitada que afecta directamente a todas les regiones del estado”, lamentó el titular de la Secretaría General de Gobierno, David Cienfuegos Salgado.
En Guerrero dijo, hay 4 mil 200 policías, de los cuales más de la mitad se encuentran desplegados en “operaciones especiales”, como el resguardo de edificios, escoltas personales de funcionarios, dejando menos de 2 mil para labores de seguridad para todo el estado.
“De acuerdo a los cálculos que ha hecho el general Pedro Almazán (secretario de Seguridad Pública del estado), para cumplir con el estándar internacional, que es de al menos 3 policías por cada mil habitantes, necesitaríamos contratar al menos 8 mil elementos” precisó.
Cienfuegos consideró que en Guerrero se requiere de aproximadamente 12 mil policías para brindar seguridad en las más de 9 mil comunidades que integran la entidad, pero apenas se cuenta con cuatro mil.
“A eso hay que sumarle que las policías municipales no están funcionando como debería de ser, se están desintegrando, porque con los exámenes de control y confianza se está separando a muchísimos elementos”, situación que se reproduce en al menos la mitad de los 81 municipios.
En los últimos días, en Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Tixtla, la actividad de las bandas del crimen organizado han dejado decenas de muertos, sin que las autoridades intervengan para frenar esa ola de crímenes.
El funcionario atribuyó esta ola de violencia, entre las que destacan decenas de homicidios y desapariciones en Chilpancingo, al “reacomodo de las bandas del crimen organizado”, que siguen operando a pesar de la presencia de las fuerzas estatales y federales.
“Hay lugares donde no se daba este fenómeno delictivo, sin embargo se empieza a dar, y Tixtla muestra la posibilidad de que haya un nuevo grupo criminal operando”, reconoció.
Señaló que sobre esta situación dejarán un balance al gobierno entrante, para que tome las medidas necesarias y contrate el número de efectivos estatales necesarios para hacer frente a la crisis de inseguridad que se vive, precisamente a causa de la falta de policías.
Respecto a los señalamientos contra las nuevas autoridades municipales de Iguala, Chilpancingo y Acapulco, donde los titulares de Seguridad Pública son señalados por sus presuntos nexos con el crimen organizado, dijo que el gobierno del estado hizo su labor al notificar a los alcaldes que deben apegarse a la ley para realizar sus designaciones en el área.
“El gobierno del estado encabezado por Rogelio Ortega Martínez, tomó la decisión de notificar a los Ayuntamientos municipales de lo que establece la Ley Orgánica respecto a esos nombramientos, precisamente el artículo 33, que señala las obligaciones del cabildo de que se cumpla con ciertos requisitos para nombrarlos”, explicó.
En el caso específico de Iguala, donde algunos grupos de han pronunciado por el regreso de la Policía Municipal en lugar de la Gendarmería, señaló que dicha corporación fue retirada de las calles después de los hechos del 26 de septiembre, y grupos como el de “Los Otros Desaparecidos” exigieron que no volvieran a las calles.
Mando único no se concretó en Guerrero
Por su parte, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Pedro Almazán Cervantes, reconoció que no pudo en esta segunda administración concretar el Mando Único, iniciado durante la gestión del presidente Felipe Calderón.
Atribuyó el retraso en la aplicación de esta estrategia de seguridad, a que no ha habido condiciones políticas y sociales, “pero tenemos todo en orden para que el próximo gobierno pueda transitar a ese proyecto”.
Una de las causas, dijo, es la desintegración de las policías municipales, aunque parcialmente –reviró— en Guerrero sigue operando el Mando Único de acuerdo a los sucesos que se van dando, sobre todo en los lugares más violentos, como Chilpancingo, Acapulco e Iguala.
Cuestionado sobre la inseguridad que prevalece en la entidad, sobre todo en Acapulco, donde la SSP contabiliza alrededor de 700 muertos en lo que va del año, señaló: “La criminalidad sigue actuando. Los cárteles siguen trabajando a pesar de que están las fuerzas de seguridad pública, pero es parte de los reacomodos de los grupos de la delincuencia organizada”.
Sin embargo, no explicó qué estrategias lleva a cabo la SSP para bajar los índices delictivos ni por qué en zonas como Acapulco, Chilpancingo e Iguala, los delitos aumentaron casi en un 50 por ciento, durante los últimos tres meses.
A la fecha 400 elementos de la Fuerza Estatal están en proceso de ser depurados o aprobados. Un total de 4 mil 200 policías atienden a una población de casi 3 millones y medio de habitantes, dijo Almazán Cervantes. (API)