Temas cotidianos

 

A MERCED DE DELINCUENTES

 

Félix J. López Romero

 

Aun cuando desde el mundo oficial siempre se ha negado que la delincuencia aumente de manera preocupante, lo cierto es que ha rebasado en su desempeño a todos los cuerpos de seguridad pública. A los asesinatos que se registran con frecuencia, debe agregarse ahora la desaparición de personas, sobre todo niños, cuyo paradero es un misterio. Sus plagiarios exigen el rescate respectivo.

Lo que antes no ocurría está pasando; en las últimas dos semanas cinco personas han desaparecido, entre ellas tres menores. Los hechos fueron denunciados a la Fiscalía General del Estado, quien no ha activado la Alerta Amber, la que podría ser un eficaz auxiliar para localizar a quienes están extraviados, conociéndose únicamente que fueron presuntamente plagiados cuando salían de la escuela “Anáhuac” y aun cuando ya fueron denunciados esas desapariciones, nada se conoce sobre su paradero.

En otro orden de ideas, un grupo de choferes del transporte urbano se han estado dando a la tarea de detener unidades porque supuestamente carecen del permiso correspondiente para poder ofrecer servicios, es decir son “piratas”.

De ser verdad lo dicho, lo que se debió hacer es dar parte a la autoridad municipal, siendo ésta la que debe actuar por quedar dentro de su competencia.

Como es de sobra conocido, tener en esta plaza una concesión para la explotación del servicio de transporte urbano es altamente redituable, siendo por eso que son tan rabiosamente peleadas.

Lo que efectuaron los choferes en la transitada avenida Insurgentes, sólo ocasionó un enorme caos vial.

 

MÉXICO ES LAICO

 

La posibilidad —en una fecha aún no determinada—, de que venga a México el Papa Francisco, la dio a conocer el Vaticano; la noticia fue recibida con beneplácito, porque el 85% de la población profesa la religión católica.

Es tan grande el entusiasmo que ha ocasionado tal anuncio, que una gran parte de diputados y senadores del Congreso de la Unión analizan la posibilidad de que el pastor mundial del catolicismo acuda al recinto camaral para dirigir un mensaje desde la más alta tribuna del país.

Los legisladores olvidan que el gobierno mexicano es laico, no perteneciendo a ninguna iglesia o al clero; es así desde la época del presidente Benito Juárez quien aprobó las Leyes de Reforma, mediante las cuales el gobierno no profesa ninguna religión, como acontecía antes.

Cada legislador puede profesar la religión que le convenga; el pretender que el Papa en caso de venir a México acuda a la Cámara de Diputados, indicará que el gobierno es laico de dicho, no de hecho. Lo que se pretende llevar a cabo así lo indica con una meridiana claridad.

 

EXIGIR A GOLPES

 

Hace un año, miembros del magisterio afiliados a Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), se plantaron en la plaza cívica para exigirle al gobierno federal echar abajo la reforma educativa, mediante la cual se valorará el desempeño de los docentes, que de ser bueno conllevaría a darles ascensos.

Esta agitación dentro de las filas del magisterio originó que egresados de las diversas escuelas normales que funcionan en la entidad exigieran a la Secretaría de Educación Pública (SEP), la entrega de 708 plazas. Al no obtener una respuesta positiva se sumaron a los cetegistas, que buena parte de ellos han ocasionado daños diversos en la población indefensa, pues los cuerpos de seguridad pública han dejado de velar por su tranquilidad.

Los normalistas andan orando por obtener plazas, pero al mismo tiempo continúan agrediendo a la población con actos de vandalismo irrefrenables; aparte de sus tareas de desestabilización social, han puesto tenaz resistencia a ser evaluados en su desempeño.

En el pasado un maestro era respetado por la buena enseñanza que ofrecía; en la actualidad es rijoso, como ha podido mirarse, habiendo perdido la mística de la enseñanza.

Alta parte de lo que sucede es culpa de las propias autoridades de Educación, que en lugar de suspenderles el pago a quienes no cumplen su tarea en las aulas, les continúan pagando como si lo llevaran a cabo. Eso de que no les pagarán los días que no laboran, mueve a risa solamente.

 

UNA CIUDAD INFELIZ

 

De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Puebla de manera conjunta con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el cual titularon Ranking de Felicidad en México, son Chilpancingo y Acapulco los municipios entre los cien encuestados en donde la gente es más infeliz; en cambio, Apodaca, en Nuevo León, y Lerdo, en Durango, son los lugares con mejores condiciones para tener una vida sin contratiempos, en donde sus habitantes se dicen sentir a gusto.

Desgraciadamente Chilpancingo, que hasta hace poco tiempo era una ciudad con una vida tranquila, se ha transformado en violenta, dirimiendo aquí las bandas de delincuentes sus diferencias surgidas entre ellos, o bien el crimen organizado ha causado una estela de hechos de sangre que no han podido detener los cuerpos de seguridad, porque han sido rebasados en sus tareas de ofrecer seguridad a sus habitantes.

La rijosidad llegó a tal punto que anarquistas se posesionaron por varios meses del edificio del ayuntamiento, el cual desocuparon cuando les vino en gana. Los hechos de sangre son frecuentes, como si se viviera la ley de la selva. El estudio colocó a Acapulco en segundo lugar como ciudad violenta. Buena parte de lo que ocurre se da porque Derechos Humanos, en lugar de proteger a los agredidos, está pendiente de que no se violen los derechos a los agresores, cuando debería ser lo contrario.

No se mira que nada pueda cambiar si las autoridades municipales y la estatal permiten que las cosas sigan como ahora están. El cambio de timón debe llegar aparejado con un nuevo rumbo, para que la población recobre la paz y tranquilidad perdidas.