* Se pusieron de acuerdo los seguidores de Ramos Reyes y Antonia Morales para protestar en contra de la Reforma Educativa y la evaluación de sus capacidades

 

* Ciudadanos se inconformaron con las acciones de los cetegistas, pero estos respondieron con agresiones y burlas

 

Salvador Bello

 

Maestros de los dos grupos que hay en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), que encabezan Ramos Reyes Guerrero y Antonia Morales Vélez, así como mentores afiliados al SUSPEG, realizaron ayer diversas acciones que provocaron caos en la ciudad y la movilización de policías antimotines.

Los primeros en manifestarse fueron los maestros de la Sección 18 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), quienes desde las nueve de la mañana marcharon de la alameda Granados Maldonado hacia el centro de la ciudad, donde decidieron bloquear tres de las avenidas más transitadas: Juan N. Álvarez, Miguel Alemán e Ignacio Ramírez, además de la calle Pedro Asencio.

Después vinieron las movilizaciones de los cetegistas como parte del paro nacional de 24 horas al que convocó la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la lucha contra de la Reforma Educativa y de la evaluación docente, y que fueron respaldadas por los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.

Los profesores de la CETEG afines al secretario general Ramos Reyes Guerrero se movilizaron alrededor de las 11:00 horas, cuando marcharon del campamento que mantienen en las avenidas Ruffo Figueroa y Circunvalación hasta llegar al punto conocido como El Parador del Marqués, en la Autopista del Sol.

Una vez en El Parador del Marqués, bloquearon los cuatro carriles de esa vía que comunica con el puerto de Acapulco y realizaron un mitin en el que expresaron su repudio a la reforma educativa, a la evaluación docente y exigieron la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace más de un año.

Por su parte, los integrantes de la conocida ala radical de la CETEG, encabezados por Antonia Vélez Morales y Emanuel Añorve, decidieron manifestarse afuera de las oficinas de gobierno ubicadas en el Juan Álvarez y además cerraron diversas sucursales bancarias y otros negocios ubicados en el primer cuadro de la ciudad.

Rechazaron las advertencias que hicieron las autoridades federales de Educación Pública de que se aplicarán descuentos a quienes hayan faltado a dar clases para sumarse al paro convocado por la CNTE, y aseguraron que “no le temen a la represión oficial”.

Durante las actividades de los cetegistas, cientos de personas, automovilistas y cuentahabientes, resultaron afectados al no poder realizar sus actividades como las tenían planeadas.

Uno de los personajes que permaneció algunos minutos varados fue Ricardo González Gutiérrez, mejor conocido como Cepillín, quien argumentando que tenía “dolor de panza” pidió a los manifestantes darle paso, a lo que estos accedieron.

Sin embargo, otros ciudadanos inconformes encararon a los manifestantes para exigir que les permitirán realizar sus actividades, a lo que los profesores respondieron con burlas y agresiones.

Ante estas molestias de la población, alrededor de las 14:00 horas los Policías Antimotines Estatales recibieron la orden de acudir a las sucursales bancarias para liberarlas.

Sin embargo, los manifestantes decidieron retirarse al ver llegar a las fuerzas policiacas sin oponer resistencia ni mediar palabras con ellos.

Un caso similar sucedió con los cetegistas simpatizantes de Ramos Reyes Guerrero cuando arribaron policías antimotines federales al Parador del Marqués con la finalidad de desalojarlos, sólo si se negaban a moverse luego de su realizar su mitin.

Los profesores cetegistas decidieron retirarse pacíficamente alrededor de las 15:00 horas, luego de 3 horas de bloqueo ininterrumpido, e incluso dialogaron con los antimotines para que les permitieran marchar por la Autopista del Sol hasta su campamento que mantienen en las avenidas antes mencionadas y así ocurrió.

Los maestros argumentaron que el principal motivo por el cual se retiraron del Parador del Marques fue que para las 16:00 horas tenían programado un evento cultural en el teatro hundido de la alameda Francisco Granados Maldonado.

Los policías antimotines federales solicitaron a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (CDHE) una revisión de su equipamiento, para garantizar que no tuvieran equipo con el cual pudieran lesionar de gravedad a los manifestantes en caso de un desalojo y así evitar que se violen los derechos humanos de los mismos.

La revisión fue hecha por los empleados de la CDHE cerca de las 8:00 horas, quienes garantizaron que los policías antimotines federales portaban el equipo adecuado para replegar las manifestaciones en apego a los Derechos Humanos.