Lectura contra calentura

 

Felipe Victoria

 

Los mexicanos residentes en los USA y sus hijos, así como tantos inmigrantes de habla hispana, celebran con especial entusiasmo los 12 de octubre como “Día de la Raza” y conmemoran ese descubrimiento de América por parte del genovés Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492, según cuenta la historia, aunque no sea obligadamente cierto al cien por ciento.

En cambio en México, poco caso se hace ya de la fecha y para los aferrados al indigenismo, el arribo de Colón al continente representa muchas calamidades, como si el marino patrocinado por los reyes católicos tuviera la culpa de que en 1521 llegara el audaz Hernán Cortés con un puñado de malandrines a ponerle en la madre al temido y odiado imperio Azteca.

Como dato para los acapulqueños, “Puerto Marqués” con su singular bahía se lo apropió el conquistador en el siglo XVI, de ahí le viene el nombre, de no ser así poco faltó para que lo rebautizaran como “Bahía Diamante” cuando hicieron de las suyas en Guerrero unos cuñaditos famosos.

Dejo la historia en paz, al cabo ya está escrita y disponible para quien la quiera conocer.

Hablando de eso, hasta podría felicitar a la titular de la Procuraduría General de la República, Arely Gómez, que obligadamente tuvo que doblar las manitas y de plano publicar en Internet lo más visible y no reservado-clasificado de la kilométrica y voluminosa averiguación previa originada por los graves acontecimientos ocurridos en Iguala  el 26 de septiembre de 2014.

Todo ese inmenso trabajal de tanta gente es en lo que se sustenta la “verdad legal” del ominoso caso, que por dislate desafortunado de Jesús Murillo Karam se le haya querido pretender engañar a la gente diciendo que era la “verdad histórica” fue su problema y hasta la chambita le costó.

Como sea la gente ya no está tan en la ignorancia total, o aunque sea ya no está dispuesta a aceptar todo lo que le digan, mucho menos si es de parte de funcionarios públicos a los que ya no les creen ni la fecha ni la hora, en un gobierno que perdió la credibilidad y la confianza popular.

Bien le decía Roberto Campa Cifrián a Carlos Marín hace poco en una entrevista televisiva respecto a que muchos que hablan y hablan del caso Iguala, ni siquiera habían leído completo el informe de los tales expertos independientes, mucho menos entonces la gente había tenido al alcance en su computadora personal el expediente de la averiguación previa.

Buen remedio para taparle la boca a los inconformes y medida para ponerlos quietos; si quieren seguir “ayotzingando” que lean primero miles y miles de páginas de actuaciones oficiales, aunque nada ni nadie va a quitarle de las manos el negocio de la protesta a los que manipulan a los dolidos padres de los chicos traviesos que se desaparecieron por andar de vándalos en territorio del Cartel Guerreros Unidos, siendo que la Normal Rural de Ayotzinapa está en territorio de “Los Rojos”.

Haberlos mandado de carne de cañón en la guerra entre cárteles es lo que no tuvo madre y si fue maniobra para provocar la zancadilla final al gobernador Aguirre Rivero, de plano es imperdonable.

Como igual no es de pasar por alto el que desde el principio se quiso disimular el hecho del camión cargado con drogas robado por los normalistas, que es lo que motivó y desató la tragedia, pues lo robado representaba una millonada.

Las cuarenta y tantas vidas de estudiantes adoctrinados y mal orientados, les valieron madres ante los intereses bastardos del negociazo del tráfico de opiáceos y derivados de la flor de amapola que se exportan clandestinamente desde Iguala con destino a los USA y en especial a Chicago.

Nunca hubo la intención de evitar que escarmentaran a los  capturados que molestaron a los zares de la amapola y enojaron a sus poderosos padrinos protectores, poner en riesgo el sistema operativo del tráfico disimulado en corridas de autobuses de pasajeros era lo urgente y, sobre todo, que por nada del mundo se supiera, al cabo que la Procuraduría estaba de hinojos y obediente, además de la PGR en complicidad encubridora.

La maestra Pizarrina anda fuera y les mandó saludos, por eso invité a las comadritas porteñas.

-¡Riiing… salinsliiim!

-Ya estarás contenta comadrita Proculina.

-Está bonita la festejada de los hispanos por el Día de la Raza Torturina, ¿qué hay por mis rumbos acapulqueños?

-Pues siguen los episodios negros y las vendettas y ajustes de cuentas manita, pero la PGR dio una sorpresota.

-¿Detuvieron a los dueños del quinto autobús donde iba la droga en Iguala?

-¡Shhh… cábrate cayona!, nada de eso, sino que para que no sigan “ayotzingando” ya puede cualquiera asomarse al expediente oficial de la averiguación previa que trabaja la PGR.

-Buena medida manita, pero ya parece que se van a fletar a leer tantas cosas si lo que les encanta es ponerse al brinco solamente.