¿Duermen tranquilos?

 

Felipe Victoria

 

Quienes lo piensen con los pies sobre la tierra, lo más probable es que no desearían estar en los zapatos de los gobernadores guerrerenses actuales: del que se irá y del que llegará, menos aún del que se tuvo que separar del mando recientemente por el ayotzinapazo amapolero en Iguala.

Para colmo de malas, Guerrero siempre en el ojo del huracán, recordemos aquel 9 de octubre de 1997, cuando Acapulco y muchas partes del estado amanecieron devastadas por el ‘Pauline’ y después la solidaridad de los demás mexicanos y del extranjero nos puso de pie nuevamente.

Lo grave es que muchos no quisieron aprender la lección y si de nuevo la naturaleza hiciera de las suyas con viento y tormentas, habría muchos damnificados, sobre todo en las zonas de riesgo que volvieron a habitar, ante la vista gorda de autoridades que no se imponen o simplemente les vale.

Muchos malos funcionarios sueñan con que haya contingencias meteorológicas para que se declaren emergencias y al recibirse los recursos tengan de donde roer y joder, recordemos igual lo sucedido con el choque de las tormentas ‘Ingrid’ y ‘Manuel’ en septiembre del 2013, millonadas de acá para allá, con las que se las ingeniaron muchos para hacerse ricos en tanto los jodidos, siguen jodidos.

Con cuanta rabia se acuerda uno de esos vales para enseres electrodomésticos destinados para damnificados, pero que algunos voraces servidores públicos de los tres niveles comerciaron y distribuyeron como les vino en gana; ni qué decir de la feria del reparto de concesiones para obras de reconstrucciones, los inflados sobreprecios y los obligados diezmos, o de las despensas almacenadas echándose a perder, porque las repartirían hasta las campañas.

Mal acostumbrados a consentir la corrupción que lucra con las tragedias, a disimular, callar y no protestar porque gocen de impunidad los que cada que pueden repiten esas maniobras. Los menesterosos siempre se resignan y conforman con los mendrugos y se atienen a la solidaridad y ayuda que saben que mal o bien llegará de parte de los demás mexicanos, para que las queridas y los hijos de funcionarios estrenen camionetotas.

Lamentables tantos fallecimientos en aquel ‘Pauline’, ¿pero cuántos fueron por negligencia y desidia de las víctimas que no hicieron caso de los avisos preventivos habitando en zonas riesgosas?

Rogelio Ortega Martínez, a unos cuantos días ya de dejar de lidiar el toro, y Héctor Astudillo Flores preparándose para entrar al ruedo, no han de poder dormir sin interrupciones por muy cansados que terminen sus jornadas, son demasiados pendientes por todos conceptos y de todas partes.

¿Qué sucedería si antes del 27 de octubre ocurriera otro huracán fuerte?, ¿están de buen ánimo soldados y marinos para auxiliar como siempre a la población que ya no los respeta ni los estima, porque los convirtieron mediáticamente en los villanos de la película?

Pero esos tremores no son lo único que quita la tranquilidad al gobernador sustituto y al electo; la ingobernabilidad se disparó junto con la inseguridad pública, las mañas regionales son ahora las que imponen condiciones pues tienen el verdadero poder, en tanto los funcionarios tan solo los mandos administrativos que a veces ni idea tienen de cómo se deben ejercer.

Pero si eso fuera poco, no hay recursos públicos en las arcas, porque unos los esfumaron y los que llegaron se avorazaron con lo poco que quedaba.

La Federación no parece dispuesta a seguir dando millonadas sin ton ni son y habrá que apretarse el cinturón los que aún tengan, ¿Cómo dormir sin sobresaltos entonces los responsables del estado de Guerrero?

La maestra Pizarrina tuvo que ir el DF, entonces les traje a la damitas acapulqueñas.

-¡Riiing… salinsliiim!

-¿Te acuerdas de octubre de 1997 comadre Proculina?

-Claro que sí, Torturina, mi viejo ahí andaba en el cruce de Niños Héroes y la Cuauhtémoc rescatando cadáveres o en el enlace de radio de onda corta con Carlitos Nájera, para enlazar personas a través de Radio ABC Internacional del DF, pues Acapulco quedó incomunicado y como borrado del mapa.

-¿Te acuerdas del funcionario que dijo a los de la TV que no había pasado nada y que decían que el entonces alcalde andaba en el agua, pero con hielitos?

-Por eso lo mandó correr el presidente Ernesto Zedillo aunque fuera muy compadre de Aguirre y treparon a Manuel Añorve Baños.

-Días inolvidables comadrita, como cuando el entonces diputado federal López Rosas se le puso bronco a Zedillo. ¿A ti qué te caló más?

-Muchas cosas, como que algunos vecinos estuvieran de huevones mandando a sus mujeres a cambiar las despensas que llegaron de ayuda en las tienditas de abarrotes por caguamas, sentadotes contemplando a los marinos y soldados sacar el lodo de sus casas.

-¿Y qué tal las transas con los disque empleos temporales para que los afectados barrieran?

-Ujule comadre, les quitaban la mitad como diezmo.

-¡Shhh… cábrate cayona!, los burócratas acostumbran roer de todo lo que esté a su alcance.

-Esa costumbrita es la que deben cambiar en la burocracia manita; Marco Antonio Leyva, Evodio Velázquez, Héctor Astudillo y todos los alcaldes necesitarán poner muchas ratoneras.