Alexis Blancas

Un grupo de jóvenes altruistas llevó el pasado fin de semana momentos de alegría y distracción a niños de la comunidad de Chautipan, en la Sierra de Chilpancingo, donde aún persiste el dolor a un año de la masacre que dejó 11 pobladores asesinados.

Con recursos propios, los jóvenes Diego Trujillo Santos y Flavio Adame organizaron una función de cine en una de las aulas de la primaria de la localidad, la cual, según narraron, se encuentra en malas condiciones.

A través de redes sociales, Diego Trujillo compartió que la actividad tuvo el propósito de ofrecer un respiro a los pequeños que quedaron huérfanos tras los hechos violentos ocurridos en 2024.

“Hoy acudimos a llevar un poco de alegría y distracción a estos pequeños que son de nuestra región Sierra. Nos divertimos y, al final de la película, hicimos entre todos el aseo”, escribió el joven en su publicación.

Trujillo señaló que, tras el asesinato de los pobladores, más de 20 niños quedaron huérfanos, lo que ha marcado profundamente a la comunidad.

Durante la actividad, unos 40 menores de distintas edades disfrutaron de la proyección, en un ambiente que se llenó de sonrisas, dulces y convivencia.

Sin embargo, los voluntarios también denunciaron que desde hace varias semanas los niños no han tenido clases, debido a la inseguridad y al temor que prevalece en la zona.

Los jóvenes lamentaron esta situación y subrayaron la importancia de la escuela como un espacio de refugio y esperanza para la niñez, confiando en que pronto se restablezca la normalidad y los alumnos puedan regresar a las aulas.

A un año de la masacre, la comunidad de Chautipan continúa sumida en el abandono institucional, pese a las promesas de apoyo realizadas por los tres niveles de gobierno tras los hechos en los que 11 pobladores fueron asesinados y seis permanecen desaparecidos.