Desde el pasado lunes, el servicio de urvans de la ruta Chilpancingo-Atlixtac se encuentra suspendido derivado de los hechos violentos registrados recientemente en esa zona del estado.
El pasado lunes, civiles armados interceptaron una urvan de la ruta Atlixtac-Chilpancingo, en los agresores bajaron al chofer y a los pasajeros para posteriormente prenderle fuego al vehículo, que quedó completamente calcinado sobre la carretera estatal, antes de llegar a Chichihualco.
Sin embargo, antes de este ataque, el 1 de agosto, un chofer de la urvan número cinco de la ruta El Palmar-Chilpancingo fue hallado decapitado y desmembrado en su unidad sobre la misma carretera.
Derivado de estos incidentes, las urvans que cubren la ruta Chilpancingo-Chichihualco han reducido su horario de servicio, laborando únicamente hasta las 2:00 de la tarde, con el objetivo de proteger la integridad de choferes y usuarios.
Pese a los esfuerzos del gobierno estatal y federal para establecer un operativo de seguridad en la zona, los hechos de violencia registrados en días anteriores, continúan generando incertidumbre entre los trabajadores del volante.
Los transportistas han solicitado a las autoridades un aumento en la presencia de seguridad sobre la carretera estatal para garantizar su protección y de no recibir las garantías adecuadas, no se descartaran la posibilidad de paralizar totalmente el servicio en los municipios de Leonardo Bravo, Eduardo Neri y Chilpancingo, afectando a miles de ciudadanos que dependen de estas rutas para su movilidad diaria.