En el mejor clima. Por: Elino Villanueva

La nota llegó a prácticamente todos los medios, el pasado 31 de mayo, con una hipótesis contundente y alarmante: si no llueve en la segunda semana de junio, habrá una “sequía extrema” en Guerrero. Se publicó en portales de agencias de noticias y en impresos, se difundió masivamente, no era para menos. Era la declaración de un erudito, un científico, una chucha cuerera, un vecino nuestro con estudios en Japón, en Francia, en Canadá, en Chile, en Colombia, con premios y reconocimientos en los planos nacional e internacional en el ramo elegido para su formación profesional, a fin de hacer su aportación en bien de México y del mundo, faltaba más.

El señor secretario de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, autor de la declaración aludida, nos dio una muestra clarísima de cómo le han fallado nuestros compañeros universitarios convocados a sumarse a la Cuarta Transformación que encabeza en el estado la gobernadora Evelyn Salgado Pineda. Porque no hizo ninguna gracia, como decía la abuela Carolina. Nos advirtió de un problema gravísimo que tenemos encima desde hace mucho. No se requiere ser experto para observar que estamos en situación de colapso en materia de Medio Ambiente, por la apatía de los funcionarios responsables de ese sector.

La sequía la tenemos presente en todos lados. Apenas hace unas horas, el amigo escritor y poeta Bony Chavez publicó una imagen de la presa Valerio Trujano, de Tepecoacuilco, ¡al diez por ciento de su capacidad! El río Balsas parece un arroyito frente a sus dimensiones de otros tiempos. Cualquiera se asusta con el caudal pírrico reciente del río Papagayo. Los especialistas han declarado muertos el río Ajolotero, de Chilapa, el San Juan, de Iguala, el Atoyac, de Costa Grande, La Sabana, de Acapulco, y no se diga el Huacapa, de nuestra primera capital nacional, que el señor secretario Arroyo Matus ve y huele todos los días cuando va a su trabajo.

Mal, muy mal han quedado nuestros universitarios egregios para lograr de veras un cambio en Guerrero que ayude a sacarlo del atraso ancestral que lo caracteriza frente a otros estados. Tanto que luchamos desde la Universidad Autónoma de Guerrero para tener algún día la posibilidad de estar en cargos públicos desde los cuales tomar decisiones de beneficio común… ¡y nada! El respetable doctor Arroyo Matus debía encabezar ya con el titular de Medio Ambiente, un señor de apellido Almazán, creo, una verdadera cruzada para recuperar los ecosistemas, pero tampoco se espera mucho de ese lado, es parte de la misma inercia decepcionante, inexplicable.

Lo dicho: no es lo mismo ver los toros que capotearlos en el corral. Sí, pues.