La Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha dejado en completo abandono un vivero forestal ubicado en el poblado de Huixtac, en el municipio de Taxco, Guerrero.



La construcción quedó inconclusa y, desde hace un año, el ingeniero técnico a cargo del proyecto, Arturo González, ha dejado plantados en tres ocasiones a los campesinos del núcleo comunal agrario de ese poblado, quienes exigen la conclusión de la obra.



Este vivero forma parte de los proyectos impulsados por la Conafor para la reproducción de plantas tropicales destinadas a programas de reforestación. La iniciativa contó con el aval de la dependencia federal y del Consejo de Turismo de Naturaleza en Taxco, junto con el núcleo agrario de Huixtac.



A pesar de que este año debería estar en pleno funcionamiento, el vivero planeado en el predio de Acatlán permanece en ruinas.


Recientemente, un grupo de cinco comuneros se presentó en el lugar donde se encuentran los materiales del vivero, ya que el ingeniero Arturo González los citó para explicarles el estado de la obra, pero nunca apareció.



El patio del vivero, de aproximadamente 20 metros de largo por 10 de ancho, se encuentra en un estado de deterioro evidente. La manguera que se supone conectaría con la presa de Acatlán para el riego está dañada y ni siquiera ha sido instalada.



Las estructuras metálicas, las mangueras de riego y las mallas de sombra están deterioradas por la exposición al sol. Lo único que parece estar en funcionamiento es un tinaco de plástico que los pobladores rescataron después de que el viento lo volara.



El área de siembra muestra únicamente huizaches, espinas y hierbas silvestres que han brotado en la tierra árida y seca. Alrededor del patio del vivero se pueden ver nopales y cactus, además de vacas que buscan resguardo bajo la escasa sombra que ofrecen las mallas.



Uno de los comuneros, Ángel Ocampo, recordó que el ingeniero Arturo González no ha vuelto al pueblo desde hace un año y solo envió a sus asistentes para la instalación del vivero, el cual quedó abandonado.



Ocampo demandó atención por parte del gobierno federal y solicitó que se preste atención al proyecto, ya que considera que sería una pena que la Conafor haya invertido en materiales que no beneficiarán a la
comunidad de Huixtac.



El comunero mostró que en el predio donde se instalaría el vivero había cemento que fue abandonado y que el viento, el calor y la sequedad han esparcido entre la maleza.



Ángel Ocampo subrayó que el vivero en Huixtac sería de gran utilidad para generar empleo y promover la colaboración en la siembra en comunidades aledañas como Icatepec, Huahuaxtla, San Juan Unión, Tamaxcalapa, Hacienda de Oculixtlahuacan, La Presa, Totoapa y Huixtac, donde residen alrededor de 400 comuneros. (Con información de Quadratin)