Alexis Blancas

 

Este jueves, al menos tres mil trabajadores de contrato de la Secretaría de Salud Guerrero (SSA-Gro) quedaron fuera de la esperada transición al IMSS-Bienestar, que reemplazará al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) a partir del 1 de marzo.

Honorio Tapia Melendez, uno de los afectados, reveló que a pesar de un censo inicial que identificó a más de cinco mil trabajadores de la salud en Guerrero para la incorporación al nuevo organismo, solo 2008 fueron convocados en la primera fase de basificación, un proceso que inició en octubre del año pasado.

Sin embargo, cuando la fecha límite llegó, solo una fracción de los trabajadores esperados obtuvieron la basificación, mientras que otros tres mil quedaron fuera.

Entre los afectados se encuentran médicos, paramédicos, enfermeros y enfermeras, quienes exigen una explicación detallada sobre el destino de las mil plazas restantes.

Además, al menos mil 500 de los excluidos cumplen con los perfiles y requisitos establecidos en la convocatoria de acceso al IMSS-Bienestar, pero no han recibido convocatoria alguna.

Por ello, este jueves decidieron manifestarse en las oficinas centrales de la SSA en Chilpancingo y la Subsecretaría de Finanzas, pues la falta de información sobre la posibilidad de recontratación o una nueva etapa de registro mantiene a los trabajadores en la incertidumbre sobre su futuro laboral.

Los inconformes sostuvieron una mesa de trabajo con el subsecretario de Finanzas, Humberto Fernando Soto López, y representantes de la Secretaría General de Gobierno.

Pero advirtieron que de no llegar a acuerdos satisfactorios, tomarán medidas más drásticas, incluyendo la toma de las oficinas centrales.