Alexis Blancas

De dos a cuatro horas tuvieron que caminar algunos turistas para llegar al Aeropuerto Internacional Juan N. Álvarez de Acapulco con la esperanza de abordar sus vuelos que tenían programados para regresar a sus hogares, sólo para toparse con la información de que todos los vuelos están suspendidos debido a las afectaciones que provocó el huracán ‘Otis’.

El señor Gerónimo Alvines, quien es originario del Acapulco pero radica en Chihuahua, relató que vino al puerto a pasar unos días de vacaciones con su familia, cuando el huracán ‘Otis’ tocó tierra y causó destrozos en las viviendas de sus familiares que habitan en el Coloso.

Expresó que su vuelo para regresar a Chihuahua lo tenían programado a las 12:30 horas del miércoles, pero ese día les fue imposible trasladarse al aeropuerto.

Por eso este jueves él y dos familiares más decidieron salir desde el Coloso con dirección al aeropuerto, pero no había transporte público, por lo que tuvieron que caminar largos tramos, por lo que se tardaron 3 horas en llegar.

Ricardo, originario del estado de Coahuila, informó que llegaron a Acapulco desde el martes pasado para asistir a la Convención Minera que se celebraría en la Zona Diamante del puerto.

Comentó que desde ese día están incomunicados y no han podido avisar a sus familiares que se encuentran con bien, hasta que ayer en la mañana que encontraron a unos comunicadores que viajaron desde la CdMx y llevaban equipo de comunicación y por unos minutos les compartieron red y pudieron avisar a sus familiares que estaban bien.

La señora Vivián Chávez informó que junto a su esposo llegaron desde el lunes desde Tecate, Baja California, a pasar unos días de vacaciones y se hospedaron en un hotel cerca de Caleta en donde se encerraron en su habitación desde el impacto del huracán, porque afortunadamente resistió y no tuvo daños en su interior.

Sin embargo, este jueves decidieron salir y caminar rumbo al Aeropuerto Internacional de Acapulco, porque no encontraron transporte público que los llevara.

Expresó que fueron aproximadamente cuatro horas las que junto a su esposo tuvo que caminar para llegar a su destino.

Desconcertada informó que durante su trayecto a pie, por la zona Costera del puerto pudo alcanzar a ver a al menos tres personas tiradas sobre el pavimento que al parecer estaban muertas, a pesar de lo cual las ambulancias de la Cruz Roja Mexicana no se acercaron para constatar su estado de salud.

Los turistas coincidieron en que al llegar al Aeropuerto de Acapulco y preguntar por sus vuelos que ya estaban programados, no encontraron a ningún representante de las aerolíneas que les pudiera dar ninguna información, solo a algunos elementos de la Guardiana Nacional (GN), quienes fueron los que les informaron que la pista de aterrizaje se encontraba en buenas condiciones para recibir vuelos, pero el problema era que con el paso del huracán la torre de control quedó destruida, por lo que no sería posible recibir ningún avión y que tenían que esperar hasta el día sábado que posiblemente pudieran salir.

Al igual que ellos, al menos otros 40 turistas que llegaron a la terminal aérea se encontraban en la misma situación. 

Señalaron que las autoridades del aeropuerto les informaron que no se podían quedar en ese lugar a pasar la noche, pero como no hay hoteles y tampoco tienen a donde ir,  decidieron permanecer en el aeropuerto en donde no hay agua, comida y baños para asearse.