Alexis Blancas
Después de que ‘Otis’ tocó tierra en la madrugada del miércoles enAcapulco como huracán categoría 5, ocasionando incuantificables destrozos en cientos de hoteles, viviendas y comercios, los habitantes del puerto cometieron actos de “rapiña” y vaciaron casi por completo diversas tiendas comerciales, de donde se llevaron alimentos y artículos de primera necesidad, pero también enseres, aparatos electrónicos e incluso pantallas.
Durante un recorrido por un Acapulco hecho pedazos, se pudieron observar a cientos de personas que ante la falta de víveres decidieron saquear por completo las llamadas tiendas de conveniencia, pero también los grandes almacenes.
Durante un recorrido se pudo observar a decenas de personas, unas cubiertas del rostro, otras más como si nada, cuando salían de las tiendas y corrían llevando en brazos y en carritos de supermercado grandes cantidades de ropa, pantallas, bocinas, bicicletas, electrodomésticos, salas e incluso cervezas, que subían a sus coches y camionetas ante la mirada de elementos de fuerzas de seguridad que nada hacían por impedírselos.
En algunos lugares, los mismos dueños de restaurantes y tiendas trataban de defender sus negocios para que los saqueadores no acabaran con las instalaciones y el poco producto que les quedó tras el paso de ‘Otis’.
Hubo el caso de una tienda en la que el personal simplemente abrió las puertas para que la gente se llevara lo necesario, mientras en las fuerzas de seguridad miraban sin intervenir.
En las calles, muchos caminaban cargando papel de baño, huevo, pan y agua ante la mirada impasible de unos pocos militares desplegados.
Las escenas de personas irrumpiendo en las tiendas para tomar alimentos se repitieron en varias zonas de Acapulco.
Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno ya estaba preparado para atender a los damnificados por el huracán, la ayuda oficial fluye a cuentagotas ante la desesperación de quienes lo perdieron todo en cuestión de minutos.