El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha realizado un hallazgo arqueológico significativo en la ampliación de la carretera Puerto del Varal-Corral de Piedra en Guerrero. Durante los trabajos, se descubrió un muro prehispánico de 34 metros de largo por 7 de alto, que forma parte de una estructura mayor compuesta por tres niveles escalonados.
Este sitio arqueológico, llamado Barranca Chihuila-Corral de Piedra, es parte de un conjunto de unidades ocupacionales prehispánicas que cubren alrededor de 1.5 kilómetros cuadrados, donde actualmente se encuentra el poblado Corral de Piedra.
La investigación, realizada por expertos del INAH, incluyó el rescate arqueológico para preservar el muro prehispánico y dio como resultado el descubrimiento de fragmentos de huesos humanos y animales en los rellenos constructivos. Además, se encontró el entierro de un infante, acompañado por cuentas de piedra verde, cascabeles de cobre, pendientes de concha y una vasija de tipo Yestla-El Naranjo, que data del periodo cultural tardío en Guerrero (1000 a 1521 dC).
Este hallazgo en el área conocida por Yextla, Huerta Vieja y El Naranjo, refuerza la historia de la zona ocupada por los tepuztecos, una etnia extinta que se destacaba por su trabajo metalúrgico del cobre. El área fue investigada en la década de 1940 por el arqueólogo Robert R. Weitlaner, quien identificó la cerámica Yestla-El Naranjo.
Los arqueólogos Miguel Pérez Negrete y Laura Lucero Hernández, que participaron en el proyecto, resaltaron la importancia del hallazgo debido a su magnitud arquitectónica ya la densa ocupación prehispánica del área, que no había sido investigada durante 77 años. El descubrimiento fue posible gracias a la colaboración de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado de Guerrero, que alertó al INAH sobre la presencia del muro durante las obras de ampliación de la carretera, lo que llevó a la detención de las obras para realizar una investigación adecuada.