La Fiscalía General de Justicia del estado de Nayarit (FGJN) ha informado que el homicidio del corresponsal de La Jornada en Nayarit, Luis Martín Sánchez Íñiguez, está relacionado con su labor periodística. El cuerpo del comunicador fue encontrado en el poblado de El Ahuacate, en la zona rural de Tepic.

Luis Martín Sánchez Íñiguez es el tercer corresponsal de La Jornada que es asesinado debido a su trabajo. En 2015, la corresponsal en Chihuahua, Miroslava Breach Velducea, y el corresponsal en Sinaloa, Javier Valdez Cárdenas, fueron también víctimas de homicidios relacionados con su labor periodística, cometidos por miembros del cártel de Sinaloa en represalia por sus publicaciones sobre actividades del narcotráfico.

En el caso del asesinato de Sánchez Íñiguez, las autoridades locales trabajan en conjunto con la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) para esclarecer los hechos.

Según la información disponible, Sánchez Íñiguez fue secuestrado con violencia de su domicilio en la comunidad de El Armadillo la noche del miércoles 5 de julio. Su esposa reportó su desaparición dos días después. Los restos del periodista fueron localizados en la mañana del día siguiente tras un reporte a los servicios de emergencia.

Las autoridades nayaritas han relacionado la privación ilegal de la libertad de Sánchez Íñiguez con el secuestro de otros dos periodistas en la zona de El Armadillo, Osiris Maldonado de la Paz y Jonathan Lora Ramírez.

La denuncia por la desaparición de Luis Martín Sánchez Íñiguez fue presentada por su esposa ante la FGJN el 7 de julio. Según la familia del periodista, el último contacto con él fue la noche del 5 de julio cuando les informó que ya se encontraba en su domicilio.

La fiscalía nayarita ha comunicado que, si es necesario, remitirá sus investigaciones a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) de la Fiscalía General de la República (FGR).

El cuerpo de Luis Martín Sánchez, encontrado con signos de violencia, ha sido entregado a sus familiares y llevado a Acaponeta para los servicios funerarios. El periodista trabajó como corresponsal de La Jornada en Nayarit durante aproximadamente dos años.